Guerra en Oriente Próximo

Israel pide a los libaneses que abandonen zonas de Hizbulá y sus ataques causan al menos 50 muertos

El Ejército hebreo intensifica los bombardeos tras pedir a los libaneses que abandonen las aldeas con edificios utilizados por Hizbulá

Así impactó un misil de Hizbulá en el norte de Israel

Sara Fernández

Andrea López-Tomàs

Andrea López-Tomàs

La tragedia de Gaza parece estar a punto de repetirse en el Líbano. Igual que hizo el Ejército israelí durante los primeros meses de guerra contra el enclave palestino, este lunes su portavoz, el contralmirante Daniel Hagari, ha pedido a los civiles libaneses que abandonen lugares próximos a posiciones de Hizbulá mientras acusa al grupo chií de usar infraestructuras civiles para atacarles. “Aconsejamos a los civiles de las aldeas libanesas situadas dentro o cerca de edificios y zonas utilizadas por Hizbulá con fines militares, como las que se utilizan para almacenar armas, que se refugien de inmediato por su propia seguridad”, ha dicho Hagari en rueda de prensa. Alrededor del Líbano, miles de residentes están recibiendo mensajes en sus teléfonos móviles pidiéndoles que se desplacen. Por ahora, al menos 50 personas han fallecido y 300 han resultado heridas en la última oleada de bombardeos, según las cifras que maneja Líbano.

Parece que el campo de batalla de Israel ya se ha extendido más allá del sur del Líbano. “Los ciudadanos de Beirut y de varias áreas están recibiendo mensajes de advertencia telefónicos fijos cuya fuente es el enemigo israelí, pidiéndoles que evacuen rápidamente el lugar donde se encuentran”, ha informado la Agencia Nacional de Noticias del Líbano (NNA). Incluso el ministro de Información, Ziad Makary, ha reconocido haber recibido una de estas llamadas con un “mensaje grabado” diciéndole al personal que evacuaran, según han explicado a Associated France-Press. “Este método no es extraño para el enemigo israelí, que busca todos los medios en su guerra psicológica” contra la población libanesa, ha dicho la oficina de Makary en un comunicado. 

Tal y como sigue ocurriendo en Gaza, Israel ha acusado a Hizbulá, igual que hace con Hamás, de estar utilizando infraestructura civil para lanzar sus ataques. “Durante más de 20 años, Hizbulá ha desplegado sus armas dentro de hogares e infraestructura civil militarizada; como resultado, ha convertido el sur del Líbano en un campo de batalla”, ha señalado Hagari, mostrando recreaciones de aldeas libanesas, no imágenes reales. Del “todo es Hamás” en Gaza, que ha permitido a Israel arrasar el enclave palestino sin ningún impacto en su reputación internacional, al “todo es Hizbulá” en el Líbano, despertando temores fundados entre la población del país de los cedros.

“La organización terrorista Hizbulá ha estado lanzando ataques continuamente contra civiles israelíes y no tiene planes de detenerse”, ha denunciado Hagari. Durante estos casi 12 meses de enfrentamientos diarios, más de 140 civiles libaneses han muerto, mientras que, en Israel, han sido alrededor de una treintena. Como parte del "amplio ataque" contra Hizbulá lanzado por Israel este lunes, los misiles israelíes han alcanzado la provincia central de Biblos, a casi 40 kilómetros al norte de Beirut, por primera vez desde que comenzaron los intercambios en octubre. Israel también ha bombardeado objetivos en las regiones nororientales de Baalbek y Hermel, donde un pastor murió y dos miembros de su familia resultaron heridos, junto a otra quincena de personas. En Nabatie, al sur del país, se han registrado unos 80 bombardeos en tan solo media hora.

Desviar el foco

Esta escalada bélica sobre el terreno, acompañada de un cambio en el discurso de las autoridades israelíes, genera mucha preocupación entre la población libanesa. Los ataques de la semana pasada, que incluyeron las explosiones de los buscapersonas y los walkie talkies y el bombardeo de un edificio residencial en Beirut, demuestran que los líderes hebreos no mentían cuando dijeron que entraban en “una nueva fase de la guerra” cuyo campo de batalla era el Líbano y no Gaza. A medida que se acerca el primer aniversario del ataque de Hamás del 7 de octubre, que mató a 1.139 israelíes y dio inicio a la ofensiva militar contra Gaza que ha arrasado con más de 41.000 vidas palestinas, el primer ministro, Binyamín Netanyahu, trata de alejar el foco. 

Mientras, en Israel, Netanyahu ha dicho este lunes a los legisladores que está sopesando el plan de un grupo de reservistas de alto rango del Ejército de sitiar el norte de Gaza. “Tenemos que decir a los habitantes del norte de Gaza que tienen una semana para evacuar el territorio, que entonces se convierte en una zona militar, [una zona] en la que cada figura es un objetivo y, lo más importante, ningún suministro entra en este territorio”, propuso hace una semana el mayor general retirado Giora Eiland. Netanyahu ha argumentado que, por ahora, puede ser necesario instaurar un régimen militar para gestionar los asuntos del territorio, aunque no sea su objetivo. La ocupación israelí del enclave palestino parece una realidad cada vez más cercana.