Relaciones chino-norteamericanas

Xi Jinping expresa a Joe Biden su decisión de "trabajar" con Donald Trump

Los dos presidentes, que se encontraron en Lima en una cita paralela al cierre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico, volverán a encontrarse el lunes en Brasil en el marco de la cumbre G20

Joe Biden y Xi Jinping, en Lima. / AP

Abel Gilbert

Joe Biden y Xi Jinping se encontraron en privado en Lima pero ante los ojos atentos del mundo. "El objetivo de China es que la relación estable, saludable y sostenible de China y Estados Unidos se mantenga sin cambios", dijo Xi. Hablaba sobre lo que espera del sucesor de Biden en la Casa Blanca: el magnate republicano Donald Trump. Antes de conversar a solas, el mandatario norteamericano había agradecido públicamente la presencia de su colega y aseguró estar orgulloso del progreso que han hecho juntos a lo largo de los últimos 10 años para mantener los vínculos bilaterales. "Nuestra comunicación militar, nuestros líderes están en diálogo frecuente. En Inteligencia Artificial hemos juntado a expertos de nuestras naciones para discutir los riesgos y la seguridad", dijo.

Biden reconoció que "no siempre hemos estado de acuerdo" con Pekín, pero las conversaciones "siempre han sido francas" y "nunca nos hemos burlado el uno del otro", algo que, a su criterio "es vital". Algunos analistas creyeron detectar una alusión al tono sarcástico y agresivo de su sucesor. Esa conjetura se reforzó con lo que para Biden debería ser el curso de las relaciones una vez que termine su período. "Competencia, no conflicto. Esa es nuestra responsabilidad con nuestra población y. como usted dijo, a la gente de todo el mundo. Somos la alianza más importante de todo el mundo, cómo nos llevamos va a impactar al resto del mundo".

La cita en la capital peruana de los dos presidentes de las principales economías globales fue paralela al cierre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC). Ante pares de 20 países, el líder chino había sido más áspero al referirse al futuro de la economía mundial. Anticipándose al cambio de era en Washington, el 20 de enero, el día de la la asunción de Trump, se presentó como el adalid del libre comercio. Advirtió en ese sentido que la APEC se enfrenta a un "proteccionismo creciente". Dijo a su vez que "debemos desmantelar el alto muro que divide el flujo de comercio, inversión, tecnología y servicios, y mantener una cadena de suministro industrial estable y fluida", de acuerdo con la televisión estatal china CCTV.

´South China morning post` aseguró por su parte que Xi "promociona a China como líder de la globalización y marca el contraste con EEUU bajo Trump". "A pesar de que Biden ha tratado de estabilizar las relaciones, la feroz competencia entre ambos países quedó patente durante la reunión de la APEC en Lima", consideró por su parte ´The New York Times`, al hacer el balance de los vínculos de estos años. Biden tuvo en la APEC "probablemente su última oportunidad de desafiar directamente a Xi después de cuatro años en los que trató de competir con China pero evitando un conflicto abierto". El demócrata está ahora "de salida" y "las recientes acciones de China sugieren que tiene poco interés en aplacar a Washington". Pekín "ha seguido mostrando su poderío en Asia, y las autoridades estadounidenses han expresado su creciente preocupación por las maniobras militares de China en torno a Taiwán y su agresividad en el disputado Mar de China Meridional".

Los dos presidentes volverán a verse el lunes en Brasil, en el marco de la cumbre G20, pero los medios de prensa norteamericanos aseguraron que la reunión a solas en Lima ha funcionado como una suerte de despedida personal.

Influencia en Latinoamérica

En el marco de la cita de la APEC, el mandatario chino inauguró un megapuerto de aguas profundas cercano a Lima que fue financiado por Pekín con unos 1300 millones de dólares. La ceremonia virtual en el Palacio de Gobierno puso en escena el tema que desvela a la Casa Blanca y que supone para el sucesor de Biden un desafío mayor: la influencia económica de China en Latinoamérica. China quiere profundizar su condición de comprador de litio, soja y otras materias primas de la región. Pero la Casa Blanca tiene un temor añadido: la presencia militar y de la inteligencia del gigante asiático.

Estados Unidos espera a su vez que Pekín disuada a Corea del Norte de mantener su apoyo a la guerra de Rusia contra Ucrania. De hecho, durante su encuentro con el presidente surcoreano, Yoon Seok Yul, y el primer ministro japonés, Shigeru Ishiba, Biden condenó la decisión del líder norcoreano, Kim Jong Un de enviar tropas a una guerra altamente peligrosa.

La relación entre Biden y Xi Jinping es de larga data. Comenzó hace más de una década, durante una larga comida en Chengdu. De acuerdo con CNN "fue un episodio que dejó profundas huellas en el presidente, al menos a juzgar por la frecuencia con que lo cuenta. Si se buscan los discursos de Biden de los últimos cuatro años, en 61 ocasiones describe un momento al final de la velada en el que, cuando Xi le pidió que definiera América, se le ocurrió una sola palabra: Posibilidades".

El retorno de Trump al poder no solo ha expandido su sombra en la cumbre de la APEC, sino que es un objeto de especial preocupación para los chinos. El apoyo del magnate republicano a los aranceles y los puntos de vista aislacionistas son contrarios a la política exterior que ha intentado desplegar la saliente administración demócrata. Para los analistas, en la cita de este sábado debió sobrevolar una preocupación común en lo que respecta a la imprevisibilidad de Trump, mucho más si se tienen en cuenta las declaraciones que formuló en más de una oportunidad durante la campaña electoral.

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 Trump ha prometido promover aranceles generales del 60% sobre las importaciones estadounidenses de productos chinos. Xi recordó en ese sentido que el mundo había "entrado en un nuevo período de turbulencia y transformación", según la agencia oficial de noticias Xinhua.

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