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Un hospital destruido en Idlib, Siria. / Médicos sin fronteras
Más de 400 personas murieron y 2.500 resultaron heridas por la violencia en la ciudad de Alepo, en el norte de Siria, desde el pasado 22 de abril hasta hoy, según el recuento del Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
A lo largo de 43 días, 436 civiles, entre ellos 97 menores y 74 mujeres, perdieron la vida por los bombardeos aéreos y lanzamiento de proyectiles sobre los distintos barrios de Alepo, así como por disparos de francotiradores.
Los bombardeos también provocaron graves daños materiales en las propiedades de los ciudadanos, los servicios públicos y hospitales de Alepo.
Las víctimas civiles fallecieron en el intercambio de fuego entre las fuerzas gubernamentales sirias y los grupos armados rebeldes, que bombardean desde el aire y con cohetes las zonas de la ciudad en manos del bando contrario.
Desde 2012 el régimen sirio controla los barrios occidentales de Alepo y las facciones rebeldes e islamistas dominan la parte oriental. A pesar de las treguas declaradas en Alepo con la mediación internacional de EEUU y Rusia, la violencia se ha recrudecido las pasadas semanas en la urbe, la segunda más importante de Siria, y en toda la provincia.
Miles de civiles han huido de la ciudad recientemente y se encuentran bloqueados en la frontera con Turquía, según Médicos sin Fronteras.
Esta misma semana, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos aseguró haber documentado la muerte de 11 refugiados, supuestamente a causa de los disparos de guardas fronterizos turcos y jordanos.