Después de tres largos años, Nuestro Padre Jesús del Gran Poder vuelve a sentir físicamente en el talón de su pie derecho el calor de la devoción del pueblo de Sevilla y de todo aquel que acuda hasta su camarín en la basílica de la Plaza de San Lorenzo. La junta de gobierno que preside Ignacio Soro como hermano mayor ha acordado retirar el cristal que bloqueaba desde 2020, a causa de la pandemia, el contacto con la efigie del Nazareno de Juan de Mesa, permitiendo, al fin, la definitiva cercanía con la bendita imagen.
Justo ha sido un viernes cuando se ha recuperado esta expresión de fervor, pues desde la mañana de este 2 de junio todo aquel devoto que lo desee puede volver a depositar su beso en el desgastado talón del Señor de Sevilla, si bien hay que señalar que nadie, o casi nadie, deja su beso, aunque la inmensa mayoría de los fieles que accede a su camarín sí que pasa su mano por el pie del Gran Poder.
