Si hace unas semanas usted hizo caso a las recomendaciones que publicamos en esta sección de El Correo sobre cómo preparar el coche para el confinamiento, ahora, quizás, se ahorre algunos pasos. Si por el contrario no tomó medidas y su vehículo ha estado parado durante toda esta larga temporada, estos consejos serán útiles para aminorar los efectos del desconfinamiento y la falta de uso.
Antes de arrancar el coche hay que revisar los niveles de refrigerante, aceite del motor, fluido hidráulico de la dirección y de los frenos. Sobre todo en coches de cierta antigüedad o con mucho kilometraje, en los que el uso rutinario puede enmascarar pequeñas fugas de fluidos que, al estar parado, dan la cara porque las juntas, los retenes y los manguitos dejan de estar sometidos a la presión de uso habitual y comienzan a ser permeables. Conviene revisar los bajos del coche para comprobar que no hayan aparecido charcos o manchas. Una vez arrancado, antes de salir a rodar, viene bien dejar el motor encendido unos minutos, para que todos los componentes, bombas y circuitos se lubriquen.
El paso siguiente es revisar la presión de los neumáticos, bien con un manómetro y una bomba eléctrica, bien acudiendo a una estación de servicio. Si no se tomó la precaución de sobreinflarlos antes del confinamiento para evitar que se deformasen, es posible que aparezca ruido y vibración al rodar los primeros kilómetros, sobre todo a velocidad elevada (en autovía). En todo caso, debería desaparecer en poco tiempo si los neumáticos no son antiguos. Por el contrario, es posible que hayan perdido elasticidad y se hayan deformado permanentemente si ya tienen mucho tiempo, lo cual es un indicador de que, aunque no presenten desgaste aparente, es momento de sustituirlos.
No está de más hacer una comprobación exterior de que todas las luces siguen funcionando, aunque el estar parado no debería haberles afectado. En los coches con avisador de luces fundidas se encenderá algún testigo.
Si la batería ha perdido tensión o se ha descargado, es posible que al coche le cueste arrancar o directamente no arranque y que, si lo hace, las memorias de la radio, el ordenador de viaje, el reloj e incluso los testigos de avería hayan perdido la programación. Según el modelo, hay coches en los que no es necesario hacer nada salvo volver a programar la radio, y los hay en los que será necesario acudir al taller para que conecten un sistema de diagnosis que restablezca los parámetros perdidos. En el peor de los casos, habrá equipos de sonido que requieran la reactivación mediante el código de seguridad. Este código suele estar anotado en una pegatina en el Manual del usuario, bien del propio coche, bien del sistema de audio, que a veces va separado, aunque hay ocasiones en las que hay que pedírselo al fabricante y, por tanto, pasar por el concesionario.
Otra consecuencia de estos dos meses de inactividad ha sido que muchos conductores se han encontrado con que caducaba la inspección técnica de su vehículo (ITV) sin poder acudir a una nueva revisión. En este sentido, los plazos impuestos por la administración quedaron suspendidos durante el estado de alarma, y todos los vehículos que tenían pendiente pasar esta inspección tendrán que hacerlo dentro del plazo que se fijó en un primer momento incluyendo una prórroga de 30 días.
A continuación, ya con el coche en marcha y revisado, vienen los cuidados a tener en cuenta de cara a evitar contagios entre usuarios de un mismo vehículo. En este sentido, hay que mantener buenos estándares de higiene a bordo. Para ello, puede venir bien guardar un par de guantes que solo se empleen para conducir. Hay que prestar atención con esto al uso de sillas de retención infantil, pues los niños tocan todo lo que tienen alrededor y se llevan las manos a la boca, por lo que habrá que tener las manos y los guantes limpios al manipular sus cosas. Conviene tener un bote de gel desinfectante dentro del coche.
Hay empresas sevillanas que ofrecen servicios especiales de desinfección durante las próximas semanas, como DetailZone Sevilla, cuyas campañas son frecuentemente anunciadas en redes sociales (20 % de descuento para sanitarios y servicios públicos). Los puntos básicos a desinfectar cuando se haga uso del coche son los tiradores exteriores e interiores de las puertas, el volante, la palanca del cambio y del freno de estacionamiento, la pantalla táctil, los mandos de los indicadores y de las luces, de los asientos y de los elevalunas. Hay que limpiar frecuentemente el salpicadero (donde van a parar las proyecciones de los estornudos y la tos), las alfombrillas y ventilar el habitáculo periódicamente para que la calidad del aire sea óptima. Lavar exteriormente el coche con agua y jabón ayuda mantener desinfectadas las superficies de la carrocería que tocamos asiduamente.
Por último, aunque conducir es una actividad rutinaria que no se olvida, hay personas que pueden sentir algo de ansiedad al volver a hacerlo, y que si se ven en esta tesitura deberán afrontarla haciendo primero trayectos cortos que les ayude a recobrar la confianza. El poco tráfico que ha habido durante este tiempo y la gran cantidad de peatones que coinciden en las horas puntas, dan una falsa sensación de seguridad a todos, por lo que también quien vaya caminando debe incrementar la atención sobre el tráfico que le rodea.