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Para tratarse de un prototipo, su aspecto es mucho más cercano al de un vehículo de producción que el de las propuestas de otros fabricantes de coches. / El Correo
Sony ha presentado, durante uno de los salones más importantes sobre tecnología que se desarrollan a nivel global, el CES (Consumer Electronics Show, en Las Vegas), un prototipo de coche eléctrico que se acerca mucho al aspecto de un vehículo listo para ser fabricado. Con 4,89 metros de longitud y cuatro plazas, tiene un tamaño parecido al de un Tesla Model S o un Porsche Taycan. Con estos dos modelos de lujo competiría también en potencia y prestaciones, pues el VISION-S tiene un sistema de propulsión formado por dos motores de 272 caballos (en total, 544 CV) y tracción a las cuatro ruedas.
Sobre la batería no hay detalles, aunque por las imágenes que se pueden ver en la web de presentación, ocupa prácticamente toda la superficie del suelo disponible entre las ruedas delanteras y traseras. Dado que la fortaleza de Sony se encuentra precisamente en el campo de la electrónica, la información que ha dado a conocer se centra principalmente en la cantidad de elementos de que dispone el coche para circular de forma semiautónoma. A un nivel 2 y, según Sony, con capacidad de llegar a nivel 4 de conducción autónoma en el futuro.
Para ello, repartidos alrededor de la carrocería hay 11 cámaras, cinco radares, doce sensores de ultrasonidos y tres sistemas lidar, por lo que la redundancia que garantizan parece, a priori, mucho mayor que la de cualquier modelo de Tesla.
El otro eslabón fuerte del VISION-S es el del entretenimiento a bordo, para lo que cuenta con 33 altavoces destinados a crear una sala de proyección con sonido envolvente, gracias también a las tres pantallas que hay en el salpicadero, que se manejan de forma táctil o bien con dos diferentes elementos de control: una superficie táctil adicional o un mando de tipo joystick.
Como ocurre en cada vez más modelos del mercado, el Sony VISION-S dispondría de la capacidad de recibir actualizaciones periódicas a través de una conexión de datos (OTA, Over The Air) y de inteligencia artificial para adaptarse a los gustos del conductor para configurar el vehículo y mejorar la calidad de asistencia. Las prestaciones anunciadas son las propias de un coche de alto rendimiento: pasa de 0 a 100 kmh en 4,8 segundos y alcanza 240 km/h de velocidad máxima.