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Actualizado: 31 ago 2022 / 07:00 h.
  • El último capitán de la vuelta al mundo

Al igual que las andanzas del Cid siempre estarán asociadas a la figura de Ramón Menéndez Pidal y el Bécquer de carne y hueso nunca podrá desligarse de Rafael Montesinos, la Primera Vuelta al Mundo se conocerá durante décadas gracias a las aportaciones de Tomás Mazón Serrano. Nacido en Alicante en 1975, Mazón es ingeniero de obras públicas, pero desde que descubrió por casualidad el relato de la circunnavegación y puso en marcha la web rutaelcano.com, su vida ha dado un giro de ciento ochenta grados.

Su primera gran aportación fue crear un mapa con el derrotero seguido por Magallanes y Elcano entre 1519 y 1522, para más tarde dedicarse a investigar sobre los personajes que protagonizaron la mayor hazaña náutica de todos los tiempos. Como recompensa, desde el año 201, un buen número de instituciones públicas y privadas, tanto nacionales como internacionales, contactaron con él para que pronunciase conferencias sobre la Primera Vuelta al Mundo, convirtiéndose de inmediato en uno de los nombres propios del V Centenario.

Paralelamente, Tomás Mazón siguió profundizando en los archivos para arrojar luz sobre ciertos interrogantes relacionados con la gesta, elaborando interesantes teorías y ampliando el marco de investigación sobre la misma. Fruto de ello es su brillante ensayo Elcano, viaje a la historia publicado por la editorial Encuentro en 2020, que rápidamente se convirtió en un éxito de crítica y público. A este le siguieron la edición ampliada del V Centenario —que vio la luz el pasado mes de marzo—, y un nuevo trabajo titulado Espinosa, el último capitán de la vuelta al mundo, que aterriza el 1 de septiembre en todas las librerías.

En esta ocasión, y con la pasión que le caracteriza —basta con acudir a una de sus ponencias para sentirse fascinado por la aventura recogida por el cronista italiano Antonio Pigafetta y loada por grandes de la literatura como Stefan Zweig—, Mazón pone el acento en Gonzalo Gómez de Espinosa, «quien había partido como alguacil de la armada, pero que, tras la muerte de Magallanes, lo terminó sucediendo en el mando de la expedición como capitán general». Un personaje alumbrado a finales del siglo XV en la localidad burgalesa de Espinosa de los Monteros, que afirmaba haber conocido a Fernando de Magallanes en febrero de 1518, muy probablemente, y según los cálculos de Mazón Serrano, en la corte de Carlos I en Valladolid. No en vano, el autor sustenta su teoría sobre el hecho de que el propio Espinosa «se ofreció voluntariamente» al futuro emperador del Sacro Imperio Romano Germánico para «ocupar el puesto de alguacil mayor» en la Armada de la Especiería.

El último capitán de la vuelta al mundo

Más allá de este dato, nuestro investigador sospecha que el intrépido burgalés debió haber sido montero de cámara de Su Majestad, hipótesis que se refuerza con el documento que indica que un tal Gonzalo Gómez de Espinosa fue nombrado montero de la guardia real por la mismísima Isabel la Católica en abril de 1504. De un modo u otro, y según las indagaciones de Mazón, el que fuese capitán de la nao Trinidad en los últimos compases de la aventura, afirmó años más tarde, y en declaración jurada ante escribano, que «conoció y vio» a los Reyes Católicos.

Pero la cosa no queda ahí, pues Espinosa, el último capitán de la vuelta al mundo, además de ser un valioso ejercicio dedicado al hombre que rigió los destinos de los tripulantes de la Trinidad —el barco que debía devolverlos a España hizo aguas en el último momento—, es un ameno recorrido por las vicisitudes que la armada magallánica sufrió antes, durante y después de su llegada a Indonesia, sobresaliendo los nombres ligados a Espinosa: desde Juan Bautista de Punzorol a León Pancaldo, pasando por el jerezano Ginés de Mafra. Precisamente por dar voz a personajes desprovistos del aura de Magallanes y Elcano resulta tan interesante su lectura, pues permite adentrarse en la cara B del relato oficial, algo poco explorado desde los ámbitos académicos. Eso sí, pese a su condición de «outsider», Tomás Mazón elabora sus escritos con la pericia de un historiógrafo, aportando fuentes y trazando un discurso coherente y razonado, de ahí su innegable valor.

La prueba del rigor con que el alicantino afronta este trabajo reside en la documentación incluida en las últimas setenta páginas del libro —la obra posee un total de 304—; se trata de transcripciones de cartas, concesiones, órdenes, cédulas o testimonios extraídos del Archivo General de Indias de Sevilla y el Archivo Nacional de la Torre do Tombo de Lisboa, sobresaliendo la emocionante misiva enviada por Gonzalo Gómez de Espinosa al emperador Carlos desde su cautiverio en Cochín (India).

En suma, Espinosa, el último capitán de la vuelta al mundo (Ediciones Encuentro), aun siendo el complemento perfecto a Elcano, viaje a la historia, es una historia independiente que puede degustarse en cualquier momento, si bien es recomendable hacerlo en el marco de la celebración que este año toca a su fin. Por cierto que la obra se presenta el próximo 7 de septiembre en el Centro Cultural La Victoria de Sanlúcar de Barrameda (20:30 horas), y el 9 de septiembre en el Archivo Histórico Provincial de Sevilla (20:30 horas). Ambos actos con entrada libre hasta completar aforo.