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Actualizado: 05 oct 2015 / 17:26 h.
  • Gloriosos 60’s. Los caminos se bifurcan
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La anticipación científica, aunque sea en su forma de ensayo o divulgación, se convierte a posteriori en ciencia ficción, mientras que ésta es profundamente deudora de los enigmas que propone la realidad alternativa.

Ciencia ficción

¿SUEÑAN LOS ANDROIDES CON OVEJAS MECÁNICAS?

Philip K. Dick

La imaginación de un futuro postapocalíptico, en el que el individuo humano es presa, y a la vez paciente de sus propios ingenios, tiene mérito en el caso de Philip K. Dick, porque es uno de los precursores en ese tipo de historias (1968), pero también por la complejidad con la que la presenta, basándose en el análisis de las emociones, los pensamientos y las empatías, por encima del despliegue tecnológico y la ficción científica, que solo aparecen como un inquietante trasfondo.

La novela es lógicamente más abstracta que la secuela en el cine que la hizo famosa, Blade Runner, dirigida por Ridley Scott.

El intento de aprehender la idea de lo que diferencia a lo humano, el estudio de la ética en lo se refiere a la inteligencia artificial –con la previsión de las consecuencias finales de su perfeccionamiento– y el planteamiento de la interacción entre el humano y la máquina –cuando cada uno ha comenzado a adquirir amenazadores rastros del otro–, todo ello son interesantes reflexiones que una vez planteadas comienzan a hacerse pesadas en la cabeza del lector porque su recorrido es limitado.

Dick es también de los primeros en mezclar en la trama un sistema teológico, alternativo pero reconocible, que acrecienta la confusión. El resultado es un trabajo interesante, perturbador, angustioso, pero falto de tensión dramática, en cuanto que está concebido en realidad –y es sobre todo– un thriller.

Una novela imprescindible por el camino que abrió, pero desbordada por todo lo que ha dado a luz, y por la propia mutabilidad del mundo en el último medio siglo.

Calificación: Curiosa.

Tipo de lector: Interesado en la ciencia ficción.

Tipo de lectura: Extraña.

Argumento: Lento.

Personajes: Raros.

¿Dónde puede leerse?: Frente a un vertedero.

Anticipación tecnológica

EL MUNDO DEL FUTURO

Kenneth K. Goldstein

El mundo del futuro ya está aquí. Kenneth Goldstein lo imaginaba en 1969 y se basaba en los adelantos de la técnica que en esa década se sucedían vertiginosos, prediciendo asombrosos avances.

Lo que ocurre es que ese futuro imaginado ha sido superado, convirtiéndose en un pasado imposible y curioso, impregnado de estética sesentera.

En ese futuro-pasado hay ciudades submarinas desde las que se colonizan los océanos, mientras que la conquista de la Luna y de otros astros es una realidad al alcance del ser humano. La gran panacea energética es la fisión nuclear, que provee electricidad inagotable, y las ciudades, planeadas como brasilias, ofrecen los más altos estándares de calidad de vida. Los avances médicos son notables, aunque ni siquiera se acerquen a los nuestros, y lo mismo sucede con la informática y las comunicaciones.

Hay cosas que se imaginaron, sin prever sus consecuencias: los diarios llegarán a la casa mediante un aparato especial, que procederá electrónicamente a la impresión instantánea (eso sí, la señora elegirá preferentemente las páginas reservadas a la mujer; el marido, en cambio, estará más interesado por los deportes y las materias científicas y culturales); y si el ama de casa tiene problemas con sus compras hechas telemáticamente solo tendrá que llamar a la tienda y exponer el problema a una computadora ya dispuesta para atender y resolver las reclamaciones.

¡Resolver! ¡El mundo del futuro!

Un mundo feliz, donde ciertas personas se verán en la necesidad de trabajar cuatro días a la semana y, naturalmente, se lamentarán de su situación laboral, porque los demás trabajan menos.

Pero sin duda lo más curioso del libro, lo que muestra los mayores alardes de imaginación y de diseño, son las maquetas fotografiadas y las simulaciones hechas, algunas por la NASA, para ese mundo del futuro que –hoy– nos sorprende.

Calificación: Muy curioso.

Tipo de lector: Nostálgicos y futuristas.

Tipo de lectura: Divertida y curiosa.

¿Dónde puede leerse?: En una nave espacial.

Realidad alternativa

EL HOMBRE EN EL CASTILLO

Philip K. Dick

La idea de otro presente posible, la de una realidad alternativa que se solapa con aquella que podemos percibir con los sentidos, asienta la concepción misma de la literatura. Son los «otros mundos que están en este» a los que se refirió Paul Éluard. Sobre esa inquietante teorización, común a la ficción y a las filosofías orientales, trabajando con y sobre el azar, simbolizado por el I Ching, Libro de las mutaciones, Phillip K. Dick se lanza a construir una de las más célebres ucronías de la literatura. Una de las más afortunadas porque consolida un mundo distorsionado aunque consecuente, supramoderno pero anacrónico, una realidad extraña –y no obstante familiar– que trastorna los hechos y los personajes mediante la modificación.

El ruido de fondo es el de la Guerra Fría, la fascinación por Oriente, la interrogación sobre la cultura germánica en el nazismo y una reflexión profunda sobre el azar.

Porque finalmente son las varillas de adivinación las que parece ser que ayudaron al escritor a construir su trama, como asisten a los personajes de la novela a desarrollar sus vidas, y como consiguen componer una ficción dentro de otra: La langosta se ha posado, de Hawthorne Abdensen, un libro subversivo porque niega la verdad: que extraviados en los hilos de la posibilidad y de la historia, el Imperio japonés y el Tercer Reich han ganado la guerra y se reparten el mundo.

Y sin embargo nada de lo que sucede en ese otro mundo nos es ajeno. Todo parece regirse por los mismos condicionamientos humanos y por la suerte, en un ovillo de tramas complejo que se va enmarañando según avanza la lectura, preocupando esto al lector porque siempre suele suceder lo contrario, hasta revelarse un atisbo de consecuencia en un final súbito y violento, a la manera de la ruptura del nudo gordiano.

El hombre en el castillo es una novela muy sofisticada. Interesante. Una reflexión sobre la realidad en la que el escritor vivía, mezclada con la imagen en negativo fotográfico de esa verdad geopolítica, los Estados Unidos de los años 60 de un siglo que terminó como si hubiera sido una ilusión: maya.

Calificación: Muy interesante.

Tipo de lector: Exigente.

Tipo de lectura: Extraña.

Argumento: Complejo.

Personajes: Sofisticados.

¿Dónde puede leerse?: En un avión (supersónico).