Virginia Wolf es una de las mujeres más importantes de la historia de la literatura. En el momento en que los artistas descubrieron el subconsciente e intentaron apresarlo, el mundo cambió. Virginia fue una de ellos y esa investigación, que dio a luz obras asombrosas por la descripción de los sentimientos, le costó a la escritora la angustia, la locura y la muerte.
Orlando es una fábula histórica en la que por vez primera, la literatura -descartados los mitos griegos- nos enfrenta a una persona que no es hombre ni mujer porque es ambas cosas.
A lo largo de una vida que se prolonga más allá de los límites de lo razonable, Orlando analiza su interior cambiante en una parábola conmovedora.
Esa vida eterna se desarrolla paralela a un litigio que dura siglos. Es una crítica a la sociedad de su época. En ese tiempo interminable, Orlando habla sobre el transcurrir de las eras y reflexiona sobre la historia, pero por encima de todo es un canto a la emancipación de la mujer y a la libertad individual. Una investigación sobre el género y la identidad sexual.
La narración recorre lujosos marcos históricos: la embajada del Zar de Rusia recibida en Londres sobre el Támesis helado, la corte literaria de la Reina Virgen o Constantinopla sometida el sultanato.