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Actualizado: 06 abr 2020 / 18:03 h.
  • Mohamed Chukri. / El Correo
    Mohamed Chukri. / El Correo

«El pan a secas» es «El pan desnudo» en las anteriores traducciones al español.

Un libro tremendo, el terrible relato en primera persona de un adolescente criado en la calle, maltratado por su padre y por la sociedad, cuya historia termina, curiosamente, cuando aprende a leer y a escribir. Como si la promesa de este hecho fuera un exorcismo capaz de deshacerle de los demonios del pasado.

Y así fue. Porque merced a ese regalo que fueron para Mohamed Chukri las letras, pudo dedicar la vida a escribir, pudo relacionarse con el grupo de escritores que hicieron de Tánger una parada ineludible a mediados del siglo XX: Paul Bowles, Jean Genet, Teneesee Williams. Nos dejó un testimonio desgarrador, sobre todo porque sabemos que hoy, jóvenes y adolescentes sufren, aman y sobreviven como lo hizo Chukri, como si el tiempo no hubiera pasado, como si las sociedades no hubieran aprendido nada.

Lecturas para el confinamiento: «El pan a secas»

No nos cabe duda de que su historia es cierta. En algunos momentos nos gustaría que fuera una ficción.

Chukri no hace ninguna concesión al lenguaje, el eufemismo o la piedad para con los lectores, sino que se deja tiranizar por la verdad y por su historia, vomitándola para poder seguir viviendo en un relato descarnado.

Escrito en 1973, «El pan a secas» no pudo ser publicado en árabe hasta el año 2000, tres años antes de la muerte de su autor.

Mohamed Chukri tradujo además al árabe a Lorca, a Bécquer y a Aleixandre.

Calificación: Muy interesante.

Tipo de lector: Fuerte.

Tipo de lectura: Dura, sin concesiones.

Argumento: Autobiográfico.

Personajes: Violentamente vivos.

¿Dónde puede leerse?: En Tánger y en Tetuán.