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Actualizado: 07 mar 2023 / 08:04 h.
  • Fran Nuño posa con su nuevo libro. / Antonio Puente Mayor
    Fran Nuño posa con su nuevo libro. / Antonio Puente Mayor

Fran Nuño (Bilbao, 1973), además de escritor, es dinamizador cultural y librero, de ahí que cada uno de sus proyectos esté concebido para un público específico. Y es que el ganador de la Medalla de Oro al Mejor Álbum Ilustrado en Español en los Moonbeam Childrens Book Awards 2013 (Michigan, EE.UU.) no deja nada al azar, ya sea dando a luz obras infantiles de enorme calado —caso de ‘El mapa de los buenos momentos’— o iniciando a futuros escritores en el oficio gracias a iniciativas como ‘Guía básica para vivir del cuento’. En esta ocasión, el responsable de ‘Deambulaciones’, ‘Historias mininas’ o ‘El baile de las abejas’ nos invita a viajar a través del arte con una curiosa obra que, ya desde su título, es pura tentación. Se titula ‘Museo deleite’ y está publicada por The Galobart Books. Hablamos con el escritor afincado en Sevilla, que se encuentra en plena promoción de su libro.

Tras un prólogo en el que explicas cómo surgió la idea del libro —‘Deleite’, de J. B. Priestley, tuvo bastante que ver—, incluyes una cita de Séneca que nos mueve a reflexionar. Háblanos de ello.

Sí, en el prólogo explico mi relación con los pequeños placeres de la vida literariamente hablando. Y para mí hay dos libros fundamentales sobre este tema. Uno de ellos es ‘El primer trago de cerveza y otros pequeños placeres de la vida’, de Philippe Delerm, pues fue el primero que leí sobre estas cuestiones, y el que mencionas de Priestley porque, según mis investigaciones, fue el que inauguró este ‘género’, por ello quise hacerle el homenaje en el título. Lo que no cuento en el prólogo es que la idea del libro surgió en la segunda quincena de marzo de 2020, en pleno confinamiento. Ante un escenario tan desolador, se me ocurrió unir la pintura y los pequeños placeres. En cuanto a la cita, me topé con ella cuando estaba terminando de escribir el libro y creo que resume muy bien lo que sentimos los creadores con nuestra obra en relación al placer, así que creo que venía que ni pintado, nunca mejor dicho. Por cierto, la cita de Séneca es: «El artista encuentra un mayor placer en pintar que en contemplar el cuadro».

‘Museo deleite’ está estructurado de manera cronológica, dando comienzo en el siglo XVI para desembocar en el XX. Este modo de ordenar las obras, ¿se te ocurrió antes de escribir ellibro o surgió durante el proceso?

Cuando tuve varios cuadros seleccionados y sus textos escritos, decidí que el mejor orden que le podría dar a las obras pictóricas sería el cronológico. De esa forma, los lectores pueden ir viendo la evolución de la pintura en el segmento que va desde el siglo XVI al XX.

Sorprende que la primera pintura sea obra de una mujer que vivió en el Renacimiento. Podías haber elegido a Rafael Sanzio o a Alejo Fernández como representantes de ese periodo, pero te has inclinado por Sofonisba Anguissola...

Como explico en el prólogo, en el libro no he pretendido hacer una selección donde deban estar artistas imprescindibles si hablamos de pequeños placeres en la pintura. La selección es muy personal, son cuadros que, aparte de que tengan relación con el deleite, han despertado en mí las ganas de escribir sobre ellos. El cuadro elegido de Sofonisba (‘La partida de ajedrez’) es una de mis pinturas favoritas tanto entre las que tienen que ver con el ajedrez como de la Historia del Arte en general, por lo que no podía faltar en este libro y coincidió con ser el más antiguo de todos los seleccionados.

Dentro del listado de obras incluidas en ‘Museo deleite’ sobresalen aquellas que recogen escenas cotidianas, desde juegos de niños a baños en plena naturaleza. ¿A qué se debe?

Creo que los verdaderos momentos de felicidad que experimentamos en nuestra vida están directamente relacionados con nuestra propia cotidianidad. Es decir, nuestra cotidianidad más amable, tanto la experimentada en la niñez como en la edad adulta. La pintura está repleta de obras que nos hablan de estos momentos de sosiego, tranquilidad, gozo... Así que muchos de los cuadros seleccionados recogen los temas que indicas.

También destacan los cuadros dedicados al ejercicio de la lectura, desde el exquisito ‘Mujer leyendo una carta’, de Vermeer, a ‘La biblioteca de ThorvaldBoeck’, de HarrietBacker.

Sí, la lectura no podía faltar en esta selección y aparece en varios cuadros, aunque de distinta manera. ‘Museo deleite’ al fin y al cabo es una obra que tiene que ver mucho con mis gustos personales, por lo que de forma natural la lectura, los libros, la literatura... aparecen en varias pinturas. Era algo irremediable. De hecho, la portada ya nos avisa de alguna manera de ello.

Uno de los grandes aciertos de ‘Museo deleite’ son, además de los textos que acompañan a las pinturas —cercanos y sumamente didácticos—, las listas de recomendaciones que les suceden; una buena manera de seguir disfrutando de artistas tan conocidos como Murillo, y de otros menos populares como Scheel.

Sí, uno de los objetivos de ‘Museo deleite’ es también dar a conocer a artistas que desgraciadamente no disfrutan del reconocimiento que se merecen, por ello decidí, aparte de la pintura protagonista, recomendar otras obras del autor o autora correspondiente para que el lector tenga a su disposición una pequeña brújula para seguirle sus pasos. He intentado que los cuadros recomendados, de una manera u otra, estén también relacionados con el tema central del libro.

«Los verdaderos momentos de felicidad están relacionados con nuestra propia cotidianidad»

¿Cuántas de estas obras has tenido ocasión de ver en directo?

Pues desgraciadamente ninguna. La confección del libro ha sido muy virtual. He visitado muchos museos del mundo, pero a través de la Red. Seguramente, si no dispusiéramos de esta tecnología no habría podido confeccionar este listado de cuadros. Hay pinturas en ‘Museo deleite’ que quizás ahora es la primera vez que salen a la luz en un libro, por lo que no es nada fácil dar con ellas si desconoces su existencia.

Aunque tu trabajo abarca más de cuatrocientos años, hay una centuria que sobresale por encima de las demás. ¿Qué tiene el siglo XIX que nos fascina tanto?

Personalmente, me gusta mucho la pintura que se creó en el siglo XIX y los temas que trataron los artistas. Temas que se adaptan muy bien a un proyecto como ‘Museo deleite’, por lo que, sin pretenderlo, muchos de los cuadros que me han convencido para integrarlos en la selección final pertenecen a dicho siglo. ¿Por qué nos fascina tanto el XIX? Pues no sabría decirte exactamente, pero puede ser que tenga que ver con cierta idealización nacida gracias a la literatura, el cine... Y, claro, también la pintura.

Si tuvieras que quedarte con tres ‘delicias’ del libro, ¿cuáles elegirías y por qué?

Qué pregunta más difícil de responder, Antonio. Pero no la voy a dejar en blanco, así que allá voy. Las tres elegidas son:

‘La partida de ajedrez’, de Sofonisba Anguissola: como ya he dicho antes, es una de mis pinturas favoritas en general y además soy un apasionado del ajedrez (aunque un jugador muy mediocre), así que la razón de la fascinación por esta pintura es doble.

‘Invitación al juego de la argolla’, de Bartolomé Esteban Murillo: Murillo, por motivos profesionales, es uno de los pintores a los que más he estudiado, por lo que fue uno de los primeros que elegí para que estuviera en el libro. Me encanta su pintura de género y escenifica muy bien la idea que quería plasmar en ‘Museo deleite’. Así que por eso tiene que estar también entre los tres elegidos para esta pregunta.

‘Anochecer en Cape Cod’, de Edward Hopper. Otro de mis pintores favoritos es Hopper, por lo que tenía asumido desde un principio que no debía faltar en la lista de los cuarenta cuadros. Además, cuando hace años leí un libro del poeta Mark Strand titulado ‘Hopper’, donde analiza de una forma muy amena un buen número de cuadros del pintor estadounidense, tuve claro que yo también quería escribir o hablar sobre cuadros, y a partir de ahí empecé a realizar actividades sobre curiosidades pictóricas. Bastante tiempo después nació la idea de ‘Museo deleite’.

Imagino que, durante el proceso de selección, se habrán quedado fuera muchas obras. ¿Habrá más entregas de ‘Museo deleite’?

Sí, se han quedado fuera muchos cuadros, pero ni quería repetir algunos temas ni autores, así que al final decidí que cuarenta era un buen número para la selección final. En principio, no tengo en mente hacer una segunda entrega de ‘Museo deleite’, pero sí tengo ideas para otras obras relacionadas con el mundo de la pintura. El tiempo dirá si soy capaz de llevarlas a cabo, pues antes tengo que trabajar en un buen número de libros que tengo en cartera.