Esta maravillosa novela, publicada en Anagrama en 1997, consigue extraños compañeros de cama. Narra la vida de Maximiliano Gutiérrez a raíz de sus desdichados amores con Claire (estudiante a la que imparte cursos de Literatura Comparada en la Universidad parisina de la Sorbona) y sobre todo Ornella (modelo a la que conoce en Ischia y que trabaja con Peter Ustimov) que viene a ingresar sin ningún tipo de solución médica de insomnio crónico con todos los desfases que en cuanto a memoria y locura podrían llegar a producirse en este sentido.
El narrador utilizado por el escritor limeño coincide con la voz principal del personaje, que mediada la novela empieza a dividirse en varias voces que le perturban como son la del Gitano, el Monstruo, un Inefable e Inédito Escritor al que trató de ayudar para la publicación de un libro hoy inexistente... todos estos personajes hasta un punto reales también como Pasepartout (que recuerda también por su procedencia al de «La vuelta al mundo en 80 días» de Verne) serán los que hagan que el cerebro se le resquebraje y salga del sanatorio de Montpellier (ciudad de la que se afirma no tener una noche tan tipificada como la del resto de localidades francesas) averiguando como lo de Claire eran unos celos terribles ante una delincuente que cumple condena en Brasil.
Uno de los temas de la elegante narrativa de Bryce nos viene sugerida por su sobresaliente práctica del arte del disfraz literario, de hecho, en un momento dado Maximiliano se convierte en Max como si al robarle las últimas letras de su nombre, le estuviesen quitando sus años legítimos de vida. Este disfraz o broma muy seria emparenta al escritor entre otros con Kafka.