Actualizado: 28 mar 2019 / 21:37
h.
No voy a entrar en provocaciones. El Valle de los Caídos es divino, a mí me encanta. El monumento es simbólico, el entorno suficientemente siniestro como para provocar una emoción, sus alrededores están cargados de significado. El Arco de la Victoria que le sirve de ara para verlo, en la lejanía, desde el edificio de Manuel Herrera de Palacios en la plaza de la Moncloa –la idea- es sencillamente delirante.
Los fascismos concibieron obras sublimes a pesar de su mensaje opresivo: el Ruhmeshalle de la Capital Mundial Germania, de Albert Speer; el Estadio de los Mármoles del Foro Itálico, de Enrico Dei Debbio; o la misma basílica del Valle. De la primera nos quedan los planos, de la última el cadáver, y del estadio los chulos. Italia siempre por delante, en todo. Del conjunto monumental de Cuelgamuros destacan la solemnidad de la cruz, la osadía del recinto y la expresividad de los grupos escultóricos de Juan de Ávalos, obra maestra de un movimiento efímero que se resistió con una energía titánica a la vanguardia.
Me parece muy bien que saquen a Franco de allí -y si remueven a José Antonio, mejor-. No sé si poner un suelo nuevo -como si no hubiera pasado nada- es la mejor opción. Porque pasó. La alternativa seria encargarle a Anish Kapoor un gran espacio vacío –o un abultamiento tumescente-. Lo mejor sería dejarlo en manos de la doctora Ochoa, que es amiga suya. De Kapoor quiero decir.
Durante la Movida madrileña, las Costus estaban en todas partes, por activa o por pasiva. Presentes en conciertos, celebraciones o saraos. En su casa de la calle de la Palma filmó Almodóvar su primera película. Enrique Naya y Juan Carrero dedicaron casi toda la década de los 80 a pintar la serie «Valle de los Caídos» que se expone permanente y acertadamente en el ECCO, Espacio de Creación Contemporánea de Cádiz de donde eran hijos. Demostraron ser, como en muchas otras cosas, unos precursores, y parece mentira que en este periodo convulso de reflexiones en torno al desenterramiento/enterramiento de dictador nadie les haya dedicado ni una sola línea.
Para exorcizar esa dictadura -antes que otros- las Costus decidieron subvertir el proyecto iconográfico de Ávalos por otro con el mismo significante pero con una imagen posmoderna que alterase su significado. Serían así los miembros más conspicuos de la sociedad civil del postfranquismo –las fuerzas vivas frente a las muertas o putrefactas- los que asumirían los avatares de las alegorías, desacralizándolos, para celebrar la clausura de la contienda. La monumentalidad de la obra dice mucho sobre ese proyecto pictórico.
CRISTO YACENTE (Pepe Rubio)
Los protagonistas de los cuadros son artistas y celebridades: Alaska, Bibiana Fernández –née Andersen- Tino Casal, Pedro Marín, Ana Curra o Pepe Rubio. Los fondos son visiones alteradas y lisérgicas de los cielos de Velázquez, algunos de ellos en colores fluorescentes bajo una luz negra, por lo tanto sagrados, encriptados. El estilo reivindica, según Txomín Salazar, comisario de la exposición de 1992, «las raíces más tradicionales y profundas de la España de siempre con ironía y mordacidad, tratando el folclore, la religión y el poder con una nueva representación de lo más típicamente español». Juan pintó los fondos y Enrique las figuras.
El día después de la exhumación del caudillo -con minúsculas- debería instalarse la exposición definitiva de las Costus, en su Valle, con esta gran obra emblemática completa, como homenaje a los que ya no están, muchos de ellos a consecuencia del SIDA. Debería de recibir, en la entrada, el retrato de «Carmen Polo viuda de Franco» propiedad del ICO, obra cumbre del Chochonismo Ilustrado, enmarcada por una frase de las anotaciones de Stendhal para Hamlet:
Tu ne seras pas longtemps seule au tombeau.
¡A que es hermoso! Yo no tengo tiempo, pero... ¿no puede alguien recoger el guante y empezar a acumular firmas? Sería un momentazo.
===========================
VALLE DE LOS CAIDOS
Espacio de Creación Contemporánea
Cádiz. Exposición Permanente
===========================
CARMEN POLO VIUDA DE FRANCO, OBRA EMBLEMÁTICA DEL CHOCHONISMO ILUSTRADO.
Tu ne seras pas longtemps seule au tombeau (Stendhal)