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Actualizado: 25 oct 2017 / 09:59 h.
  • Pablo Iglesias y Susana Díaz conversan en un acto en Madrid. / Javier Lizón (Efe)
    Pablo Iglesias y Susana Díaz conversan en un acto en Madrid. / Javier Lizón (Efe)

Vive España unos tiempos en los que se practica la arqueología política. Las distintas fuerzas escarban en la Historia reciente en busca de precedentes y argumentos que justifiquen sus planteamientos actuales. El desafío independentista catalán ha provocado que todo lo que aconteció después de la muerte de Franco y el nacimiento de la Transición hacia la Democracia haya sido revisitado. Las raíces de lo que ha llegado a ser y no ser España a día de hoy, desde el punto de vista del modelo territorial, se puso en marcha tras el fin de la dictadura franquista.

Andalucía formó parte de ese constructo al que había que dar hechuras después de las cuatro décadas totalitaristas. Fue un movimiento de rotación y traslación que moldeó la Andalucía autonómica que es hoy una realidad.

No hay una visión única de todos aquellos acontecimientos, y en momentos tan movedizos como se viven hoy todo se araña hasta dejarlo en carne viva y para rivalizar por asuntos que parecían estar ya bien compartimentados. Fecha clave en esa aportación andaluza para hacer realidad el constructo fue la movilización del 4 de diciembre de 1977. A punto de cumplirse 40 años de tan trascendental día y en pleno debate soberanista catalán, las izquierdas andaluzas se han puesto en modo blanco y negro para tratar de hacer valer sus interpretaciones del 4D. También rivalizan por ponerse al frente del recuerdo, memoria y reivindicación de la verdad en el asesinato de Manuel José García Caparrós en Málaga aquel día.

Cierto es que esta controversia no surge ahora, nace en un debate electoral también en un día de diciembre pero de 2015. Pablo Iglesias, candidato a la presidencia del Gobierno por Podemos, planteó que los andaluces manifestaron el 4D su voluntad de seguir siendo parte de España, dando a entender un carácter plebiscitario a ese movimiento. Casi dos años después, y en esta ocasión en Sevilla, el líder de la formación morada volvió a plantear una tesis similar: «El 4D el pueblo andaluz ejerció su derecho a decidir. Si ahora Rajoy, Rivera o Sánchez se leen el Estatuto andaluz pueden pedir piden la aplicación del 155», dijo en un acto organizado por la Cadena SER, en el que también participó la coordinadora regional de Podemos, Teresa Rodríguez.

La Junta de Andalucía respondió ayer con duras críticas a la interpretación de Iglesias sobre el 4D, «querer comparar lo que está pasando en Cataluña con Andalucía no se sostiene de ninguna manera y, en todo caso, Pablo Iglesias tendrá que dar explicaciones a los suyos y a todos de por qué hace semejante comparación tan grotesca», dijo el portavoz del Gobierno andaluz, Juan Carlos Blanco. La Junta mantiene, tal y como sostuvo ayer el PSOE-A, que todo el proceso que condujo a la formación de la comunidad autónoma andaluza se basó en el «respeto a las reglas del juego y en el marco de la Constitución, de las leyes».

Podemos Andalucía acusa al PSOE-A y al Gobierno andaluz de «despreciar» la historia de Andalucía y su autonomía. Su secretario de Comunicación, Pablo Pérez Ganfornina mantuvo ayer que hubo que «cambiar la ley para que se hiciera realidad el 28F, esa es la historia del pueblo andaluz». El dirigente regional explicó que en esa circunstancia «la ley tuvo que servir a la democracia y no al revés. Es una pena que no solo no conozcan la historia de Andalucía sino que además olviden la de su propio partido o, peor aún, que la reescriban».

La Junta de Andalucía aprovechó ayer para reiterar la posición que defiende la presidenta de la Junta en este conflicto de Cataluña: «Defendemos la restitución de la legalidad y del ámbito general de encaje de todas las comunidades autónomas en defensa de la igualdad de todos los españoles, vivan donde vivan».