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Actualizado: 18 feb 2016 / 13:21 h.
  • Rafael Escuredo durante su intervención. / José Luis Montero
    Rafael Escuredo durante su intervención. / José Luis Montero

El expresidente de la Junta de Andalucía Rafael Escuredo, que dirigió la comunidad durante la conquista de la autonomía por el artículo 151 de la Constitución y las celebración del referéndum para el Estatuto de Autonomía, reivindicó que hoy como entonces, cuando se habla de un proceso de reforma constitucional, Andalucía debe jugar de nuevo el papel de reequilibrar el modelo territorial del país frente al diseño de comunidades de primera y de segundo y advirtió que le «llama la atención que algunos partidos que se dicen de izquierdas vienen a utilizar los argumentos que usó la derecha el 28F».

Escuredo definió la reivindicación que entonces hizo el pueblo andaluz como una reacción frente a la «injusticia» y «el Estatuto era una herramienta para reivindicar una Andalucía para dejar de sentirnos humillados y salir de esa injusticia». Un legado ante el que pidió a los actuales grupos parlamentarios reivindicar y escenificar en un acuerdo conjunto en la Cámara que Andalucía no dará «ni un paso atrás» en ese sentido cuando resurgen problemas territoriales que a su juicio son históricos en España con el pulso independentista de Cataluña que en su opinión ha aprovechado un momento de crisis económica y debilidad de las instituciones «como el depredador cuando ve a la presa débil».

El expresidente de la Junta ofreció la conferencia inaugural de las Jornadas 28F la fuerza de un pueblo organizadas por la Cátedra Rafael Escuredo de Estudios sobre Andalucía de la Unviersidad de Almería con la colaboración de la Fundación Cajasol y la Facultad de Comunicación de la Universidad de Sevilla y anunció que para recordar la importancia de mantener vivo el legado del 28F a los diputados que actualmente ocupan los escaños del Parlamento andaluz, el próximo día 23 donará una bandera de Andalucía que le regalaron en la histórica manifestación del 4 de diciembre en la que el pintor Genovés dibujo «un pueblo pequeño que va creciendo».

Ante la actual situación política con la tensión por el órdago secesionista de Cataluña, y la defensa de algunos partidos no independentistas partidarios del derecho de autodeterminación -en alusión a Podemos, al que no mencionó-, fue claro al señalar que «no se puede defender un proyecto nacional de país y al mismo tiempo defender el derecho a la segregación». «Nosotros en Andalucía hemos tenido siempre muy claro que defender el máximo autogobierno es en el marco de la Constitución española. Nunca hemos hecho trampas al Estado. Hemos jugado fuerte desde la lealtad constitucional, pero ahora bien, sigue vigente ese no queremos ser más que nadie pero tampoco menos que nadie. Nosotros jugamos en la Champions y ese legado del 28F sigue vigente», defendió.

Con todo, se mostró optimista ante el panorama político actual y aunque reivindicó el papel de su generación como artífices de una Transición en la que hicieron una Constitución, superaron una situación «muy complicada» e incluso hicieron frente a un Golpe de Estado, recordó como mensaje a quienes «nos consideran a los de la Transición como un elemento a superar», también reconoció que ahora es el momento de una «nueva clase política que es la que tiene que tirar y nosotros ir de mamporreros y aplaudir cuando llegan fechas como el 28F para que no se olvide pero a mí ya me toca la jubilación, nosotros ya hemos hecho nuestro trabajo, ahora les toca a otros». Incluso echó en cara la tentación de algunos de su generación por dar consejos, en un momento en que las declaraciones del expresidente del Gobierno socialista Felipe González apoyando la gran coalición PP-PSOE y pidiendo un paso atrás a la lideresa andaluza Susana Díaz en sus aspiraciones nacionales han escocido especialmente en el partido. No obstante, su opinión es que no habrá nuevas elecciones y «al final, por la derecha o por la izquierda, alguien se va a tener que retratar» y alabó que «el liderazgo de Pedro Sánchez, que nadie daba un duro por él, en los últimos 30 días ha crecido exponencialmente». Sí pidió a su partido autocrítica y discurso político, que a su juicio ha faltado en los últimos años especialmente en el PSOE andaluz. Una falta de discurso político que a su juicio es el que ha permitido que los dos grandes partidos dejaran espacios que han llenado los partidos emergentes, aunque cree que incluso el centroderecha volverá a ser importante.

Y ante la pregunta durante el coloquio sobre el «españolismo recalcitrante» de Susana Díaz, defendió que «enarbolar la bandera española con los tiempos que corren no está de más» y criticó que «a algunos de la izquierda les de vergüenza coger la bandera de España». «Estamos anclados en que la bandera de España es la bandera del franquismo y somos fachas los que la cogemos ¿pero qué es eso? Es la bandera que representa a la ciudadanía y el PSOE es Partido Socialista Obrero y Español» reivindicó, tras recordar que en la manifestación del 4 de diciembre se planteó si llevar la bandera española junto a la andaluza «incluso desde mi propio partido y yo dije que claro, y yo la llevé» entre los «insultos» de manifestantes de Fuerza Nueva al paso de la manifestación por la Avenida de la Constitución de Sevilla.