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Actualizado: 24 abr 2016 / 09:26 h.
  • Susana Díaz abraza al secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, en una imagen de archivo. / Efe
    Susana Díaz abraza al secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, en una imagen de archivo. / Efe

Un viraje imprevisto de última hora, similar al que aconteció en Cataluña, puede hacer que en las próximas horas haya un presidente del Gobierno. El plazo legal expira la medianoche del 2 de mayo, pero en realidad el límite es más ajustado: entre mañana y pasado el Rey recibirá a los líderes de todos los partidos para saber si hay opciones de salvar la legislatura. Si ninguno cede, se reabrirán las urnas el próximo 26 de junio.

Una vez que se confirme la repetición de las elecciones generales, el PSOE tiene que convocar de urgencia unas primarias abiertas para elegir al candidato, como establecen las reglas del partido. Serán por fuerza unas primarias exprés y atípicas por la falta de tiempo material para respetar los plazos que establece la organización, lo cual ha hecho que algunas voces en la federación andaluza, la más numerosa del partido, ponga en duda la viabilidad del proceso tal y como está diseñado.

La convocatoria de las primarias, que corresponde al comité federal, no tendrá lugar hasta que expire el plazo legal para formar gobierno, el 3 de mayo. Ese día se disolverán las Cortes y se convocarán las elecciones para el 26 de junio. Entre estas dos fechas, el PSOE no tiene tiempo para cumplir con los plazos de presentación de candidaturas, recogida de avales, inscripción y demás pasos que requieren las primarias. Si fueran unas primarias convencionales, bastaría con acotar estos plazos a la mitad, pero al tratarse de primarias abiertas (donde cualquier ciudadano, ajeno al PSOE, puede postularse para ser candidato a la presidencia), se necesitan plazos razonablemente más amplios, «o de lo contrario se estaría hurtando al proceso de su verdadero significado», dicen fuentes del partido. En los últimos días se han filtrado nombres de posibles aspirantes, como el vasco Eduardo Madina, que disputó la secretaría general del PSOE a Pedro Sánchez, o la catalana Carme Chacón, que se la disputó a Alfredo Pérez Rubalcaba. Ambos fueron derrotados. Pero lo más previsible es que finalmente sólo haya un aspirante, el actual líder del PSOE, Pedro Sánchez, que desde muy temprano anunció su intención de repetir como cartel electoral. Aún así, el partido quiere que las primarias tengan todas las garantías que marcan los estatutos, para que nadie les acuse de promover un proceso interno que resulta ser un «paripé».

Otra cosa es que en el seno del PSOE se esté discutiendo ya si, con tanta premura, tiene sentido o no hacer primarias. Los reglamentos del partido contemplan que las haya, pero los estatutos, es decir, la Constitución por la que se rige el PSOE, sostienen que el comité federal, máximo órgano de decisión entre congresos, puede elegir directamente al candidato electoral sin necesidad de primarias. Y los estatutos están por encima de los reglamentos.

El debate se va a resolver en los próximos días, y todo dependerá de analizar si en efecto hay tiempo para convocar unas primarias abiertas con todas las garantías necesarias. Los plazos se pueden agilizar un poco, ya que no será necesario que el PSOE espere al 2 de mayo para convocar el comité federal que decida sobre las primarias. Los socialistas no pueden iniciar el proceso interno para elegir al próximo cartel electoral mientras siga abierto el plazo legal para formar gobierno y aún existe, aunque sólo sea formalmente, una mínima posibilidad. Pero el martes 26, tras haber consultado a todos los líderes, el jefe del Estado comunicará al presidente del Congreso, Patxi López, si hay margen para formar gobierno o si habrá nuevas elecciones. Una vez se haya cumplido este paso obligatorio, el PSOE puede convocar el mismo martes un comité federal para el siguiente sábado, 30 de abril, que decida si pone o no en marcha el proceso de primarias abiertas. En caso de que se convoquen, habrá que aprobar unos plazos más ajustados que los que hubo en las últimas primarias (donde fue elegido Sánchez), para que estén resueltas antes del 10 de junio, cuando arranca la campaña electoral.