Podemos y Ciudadanos han coincidido hoy, por separado, en frenar las “ansias” del PSOE por consumar la investidura de Susana Díaz como presidenta de la Junta la semana que viene. Ambos denuncian que los socialistas no han dado pasos a favor de las condiciones impuestas por ellos para facilitar el nombramiento de Díaz y, en tanto la negociación siga “estancada”, ponen el foco en otras cuestiones. El partido de Teresa Rodríguez exige impulsar la actividad legislativa en el Parlamento, que ahora mismo, dicen, está siendo utilizado por el PSOE como “rehén” para lograr la investidura. Y el grupo de Juan Marín pide “más tiempo” para negociar su abstención, que “difícilmente” se producirá la semana que viene.
La Junta de Portavoces, reunida hoy por primera vez, ha aprobado por unanimidad la propuesta del presidente del Parlamento, Juan Pablo Durán, para que el próximo 4 y 5 de mayo se celebre el pleno en el que Susana Díaz pedirá la confianza de los partidos para formar gobierno. A estas horas, la socialista no cuenta con apoyos ni para salir investida en primera ronda (por mayoría absoluta) ni en segunda, por mayoría simple. El PSOE quiere reunirse con todas las fuerzas en los próximos días para intentar convencer a PP, Podemos y Ciudadanos de que se abstengan en la segunda votación, facilitando así el nombramiento de Díaz. Los socialistas van a enviar sendos documentos de “respuesta puntual” a Podemos y a Ciudadanos con su planteamiento respecto a las condiciones impuestas por ambas formaciones. Los primeros exigen que la Junta rompa con los bancos que permiten desahucios y que se eliminen cientos de altos cargos nombrados a dedo en la Administración para que sean sustituidos por personal funcionario. Los segundos presentan un decálogo contra la corrupción. A Ciudadanos no le basta con que el PSOE firme ese decálogo para abstenerse en la investidura. Su portavoz adjunta, Irene Rivera, aclaró ayer que ésa es una condición previa para sentarse a negociar, y que a partir de ahí se deberán abordar cuestiones de más calado, por eso Rivera vio muy improbable que su grupo cambie el no por la abstención antes del 7 u 8 de mayo, día de la segunda votación de investidura. “No hay que precipitarse”, dijo. Además, quieren que la renuncia de los expresidentes Manuel Chaves y José Antonio Griñán, implicados en el fraude de los ERE, esté por escrito.
En cuanto a Podemos, su secretaria general, Teresa Rodríguez, especificó que su grupo no se reunirá con el PSOE si el documento que éste les envíe no es una propuesta concreta a las condiciones que les plantaron hace 20 días. Entretanto, Rodríguez acusó ayer a los socialistas de estar promoviendo un bloqueo institucional del Parlamento y de utilizar la Cámara legislativa como “rehén” en las negociaciones para la investidura de Díaz. “En el gobierno hay separación de poderes, y por tanto el legislativo puede funcionar de manera independiente a la constitución del ejecutivo”, dijo.