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Actualizado: 10 dic 2017 / 08:46 h.
  • Botella de vidrio ideada por la Asociación Española de Operadores Públicos de Agua y Saneamiento (Aeopas) para llevar agua al pueblo saharaui. / El Correo
    Botella de vidrio ideada por la Asociación Española de Operadores Públicos de Agua y Saneamiento (Aeopas) para llevar agua al pueblo saharaui. / El Correo

{No es un mensaje en una botella, sino una realidad. Se trata de captar fondos suficientes para llevar a cabo nuevas actuaciones que permitan garantizar el acceso al agua de calidad a la población refugiada en el Sahara. Y para llevar agua, qué mejor que una botella, han pensado en la Asociación Española de Operadores Públicos de Agua y Saneamiento (Aeopas). Así que han lanzado a la venta una botella de vidrio para usarla como se hacía hace años con el envase de una conocida marca de gaseosa en los hogares: rellenándola de agua.

«La botella solidaria es una iniciativa que parte de Aeopas, dentro de la campaña Progrifo –que se dedica a fomentar el consumo del agua de grifo– y aprovechando esa iniciativa en favor del agua pública se pensó en lanzar una acción especialmente destinada a recaudar dinero para favorecer el acceso al agua en países con dificultades», explica Antonio Ramírez, el técnico responsable de la ONG de la nueva campaña de botellas solidarias.

Hasta ahora Aeopas ha logrado la implicación directa de dos grandes empresas municipales de agua de las capitales andaluzas: Emacsa, de Córdoba, y Aguas de Cádiz. En ambas ciudades ha lanzado su campaña Progrifo para diseñar una botella de cada ciudad que le diese una imagen de marca al agua pública. En el caso de Cádiz han ido incluso más allá, y además de llevar a cabo el concurso de diseño de la botella de agua de la ciudad, que se falló la pasada semana, han iniciado un ambicioso plan para mejorar el sistema de fuentes de agua potable de la ciudad. Como ha explicado a Ecoperiodismo el concejal delegado de Medio Ambiente, Álvaro de la Fuente, su equipo técnico está realizando un estudio de movilidad en la ciudad para determinar los puntos en los que estaría indicado poner una fuente de agua potable; a la vez se llevará a cabo la mejora de las ya existentes.

Precisamente es Cádiz la punta de lanza de la botella solidaria que este jueves se presentará oficialmente en Sevilla. «El contrato de colaboración entre Aeopas y Aguas de Cádiz que se está llevando actualmente en esta ciudad, con el objeto de sensibilizar y educar a la sociedad de las bondades del agua pública de grifo y de la necesidad de hacer un consumo responsable en los hogares, reporta a la Asociación unos beneficios que le permite iniciar nuevas actividades encaminadas a cumplir finalidades establecidas en sus estatutos, concretamente la solidaridad con regiones desfavorecidas y con dificultades para ofrecer un correcto abastecimiento de agua potable a la población», explican desde la ONG.

Aeopas continua así un camino en favor de la solidaridad que ya venía realizando desde su creación. Apoyándose en la experiencia adquirida en anteriores campañas de ayuda a instituciones gubernamentales y no gubernamentales para crear entes de gestión integral en materia de abastecimiento y saneamiento de aguas, se centra especialmente en este caso, en la población refugiada saharaui de Tindouf, donde a partir del año 2003, Aeopas en colaboración con la ONG Solidaridad Internacional, ha conseguido sustituir el abastecimiento con camiones cisternas por una correcta distribución de conducciones de agua y grifos que permite a la población no tener que realizar traslados superiores a los 150 metros. Así mismo, en este tiempo ha fortalecido el Departamento de Hidráulica que gestionaba el nuevo sistema de abastecimiento y ha incrementado la participación de la población saharaui en el diseño y gestión de las infraestructuras. En este sentido, la población cuenta con un espacio para decidir, participando en la gestión a través de las «responsables de grifos», que son las encargadas de establecer los turnos de llenado de las cisternas familiares que correspondan. Además, la población también asume la responsabilidad de asegurar un uso apropiado del agua de avisar al personal técnico en caso de avería.

«Ante la importante tarea solidaria en el Sahara Occidental, Aeopas ha querido aprovechar los beneficios del contrato de colaboración con la Empresa Municipal Aguas de Cádiz para continuar apoyando dicha iniciativa». Sin embargo, como estos beneficios no constituyen en sí mismos una cuantía significativa, han diseñado un mecanismo para destinarlos a la generación de las botellas solidarias que se venden al público para aumentar los fondos que se puedan dedicar a la ayuda al pueblo saharaui. «La intención es vender tales envases a un precio que permita multiplicar el dinero invertido para posteriormente enviarlo al pueblo refugiado saharaui a través de la ONG Solidaridad Internacional».

«Esta botella tiene una doble simbología –explica Jaime Morell, secretario general de Aeopas–: de una parte, fomentar el consumo de agua de grifo que tienen en muchos casos una calidad mayor que la que se vende embotellada y a un coste infinitamente menor, y por tanto se fomenta un agua de calidad, potable y sanitariamente controlada». El otro objetivo es «hacer sensible a la ciudadanía hacia la cooperación internacional, que cuando financia proyectos de agua en base a los objetivos de desarrollo del milenio y los objetivos marcados por Naciones Unidas, los operadores públicos –como parte que son de la Administración Pública– se tienen que incorporar, ya que son los únicos capaces de detectar la mejor manera de llegar a conseguir el abastecimiento de agua potable y el saneamiento de las poblaciones más desfavorecidas, que es el objetivo de la ayuda oficial al desarrollo».

«Desde el principio hemos trabajado de la mano con operadores públicos que pertenecen a Aeopas, primero con el Consorcio del Huesna y después con el de agua de Sevilla», explica Manuel Martínez Ocón, presidente de Solidaridad Internacional.

Gracias al apoyo de empresas públicas de aguas andaluzas se han llevado a cabo proyectos para mejorar la precaria situación de acceso al agua de la población saharaui, que ahora, con esta botella solidaria –explica el responsable de Solidaridad Internacional–, podrán seguir avanzando en la consecución de un derecho humano en esta población: el derecho al agua.