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Actualizado: 06 oct 2017 / 12:27 h.
  • Más vale hoy dormir siesta...
    El Museo Arqueológico fue uno de los lugares que más atención concitó durante la celebración de la pasada Noche en Blanco de Sevilla. / Txetxu Rubio

En el medievo aquellos hombres que querían entrar a formar parte de una orden de caballería debían cumplir con un singular ritual. La noche antes de ser armados caballeros, los aspirantes hacían la vela de las armas que les honrarían como tales, llevando como atuendo una túnica blanca que simbolizaba la pureza espiritual. El color blanco de las ropas y lo larga que se hacía la espera hasta el amanecer dio origen a la expresión popular «pasar la noche en blanco». Como no siempre cualquier tiempo pasado fue mejor, la Noche en Blanco que hoy vivirá Sevilla es bastante más amena. De ello se encargarán las más de 150 actividades de literatura, pintura, artes audiovisuales, teatro, patrimonio, música y danza que se han preparado para que, un año más, tomar la calle y conquistar la noche no solo sea sinónimo de... lo de siempre.

«No promovemos una cultura gratuita, sino una ocasión especial para celebrar una fiesta de la cultura para que sirva de escaparate de la oferta existente durante todo el año», subraya Manuel Fernández, director del evento y miembro de la Asociación Sevillasemueve, impulsora de la iniciativa.

Como novedades, destaca este año la incorporación a la programación de espacios como el centro cultural CaixaForum; la iglesia del Salvador, el bello templo de Santa María la Blanca, el Espacio Santa Clara, el Teatro Lope de Vega y el Jardín Americano, legado de la exposición universal de 1992. Repiten en la programación espacios como los grandes museos de la ciudad (Museo de Bellas Artes, el Arqueológico y el Museo de Artes y Costumbres, junto con el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo).

Por parte de la Diputación también habrá actividades en la Casa de la Provincia y el Ayuntamiento hispalense colabora con programación propia en el Centro de Cerámica de Triana o el palacio de los Marqueses de La Algaba, entre otros. Igualmente, se programarán visitas o actividades nocturnas a Isla Mágica, la Casa de la Ciencia, la Facultad de Bellas Artes o la Fundación Cajasol.

También resaltan otras actividades como las organizadas por Cazadores de libros, rutas guiadas por Triana, la calle San Luis, la Alameda u otras partes del centro de la ciudad, que se unen a conciertos, exposiciones de fotos, encuentros literarios y de microrrelatos, talleres de juegos de mesa y de escritura creativa, clases de swing, actividades vinculadas con el flamenco o el jazz, otras que permitirán conocer la cultura japonesa o incluso una logia masónica. Igualmente, la exposición que acoge el Pabellón de la Navegación sobre la exposición universal celebrada en Sevilla en 1992 estará disponible esa noche.

Además de disfrutar de los grandes contenedores culturales de la ciudad, abiertos de par en par, el connaisseur de la Noche en Blanco habitúa a estudiar profusamente el amplio programa para aprovechar aquellas oportunidades que no se presentan el resto del año. Es el caso por ejemplo del concierto que ofrecerá el conjunto de música antigua Ottava Rima a las 22.30 horas en la iglesia de San Pedro de Alcántara (en la calle Cervantes), uno de los templos menos conocidos de Sevilla. En el programa, composiciones de compositores como Boismortier, Du Mont y Campra, entre otros.

Tampoco se tiene todos los días la ocurrencia de realizar una visita cultural a un taller artesano de ebanistería creativa, donde se podrán ver en acción máquinas, herramientas, maderas y manos artesanas dando forma a muebles y piezas torneadas. Es en el Hombre de Madera, de 20.00 a 02.00 de la madrugada, en el local 16 de la Plaza del Pelícano.

La Sociedad Filatélica Sevillana también se apunta al fasto proponiendo un paseo filatélico por la Expo’92 –de 19.00 a 21.00 horas– en la Plaza de San Francisco. Y en La Casa Ensamblá, en la calle Clavellinas, esperan hasta las 02.00 de la mañana un buen puñado de artistas locales que exponen sus nuevas creaciones en un evento, de entrada libre, y amenizado con música y poesía. Si de cultivar el estómago se trata, en la calle Regina 18 todo el mundo será bien recibido en Bien y Bio, con degustaciones de comida vegana durante toda la noche.

En la calle Francos, 14, Fernando Parrilla Zapata expone en la Galería Zunino La mirada transparente, una propuesta multidisciplinar que permitirá entender las motivaciones del pintor a la hora de dar forma a sus obras mediante la música que hay detrás de cada uno de ellos, reivindicando de paso el vinilo. Tiene mucho de vintage la Noche en Blanco, la gente en la calle y no en sus casas ante una pantalla. Sevilla gustándose a sí misma en su mejor espejo.