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Actualizado: 29 feb 2016 / 11:46 h.

Mucha expectativa había creado este proyecto del violinista argentino Manfredo Kraemer, ahora junto al grupo que fundó para abordar fundamentalmente sonatas en trío para dos violines y bajo continuo, cuyo nombre se puede traducir algo así como El Consejo de las Frutas Raras. Su último trabajo discográfico se centra en las canciones escocesas recopiladas y tratadas por Geminiani y Haydn, y a esas frondosas y legendarias tierras nos pretendía llevar un concierto en el que María Goso adoptó la parte de Susan Hamilton en el registro, y que contó con la colaboración de nuestra querida Mercedes Ruiz.

Pero las expectativas se tornaron en llamativa decepción cuando comprobamos que apenas se matizaban las notables diferencias entre la forma de tratar y engullir ese acervo popular por Geminiani, que intervenía mucho en el resultado final, y Haydn, más respetuoso y conservador con el espíritu original del material. Todo sonó igual, incluso las piezas instrumentales, sonatas y arias, con las que el italiano acompañaba a las canciones. Brillante por supuesto la exhibición de los instrumentistas, vigoroso como siempre Kraemer, enérgica y contundente Ruiz, preciso Guglielmi al teclado y perfecta en ornamentación y armonía Guadalupe del Moral.

Pero el resultado denotó notable monotonía, bien ejecutado pero lejos del poder evocador de esta música de ribetes celtas que apenas lucieron en la voz de la también argentina soprano María Goso. Su voz es generosa y potente, acaso de timbre más agudo de lo conveniente para acercarse con éxito a este repertorio. Suele cantar no muy en estilo, demasiado comedida, sin apenas teatralidad en unas canciones que demandan mucho temperamento. Sólo en ocasiones puntuales atisbamos más naturalidad y matices, en canciones como The Ploughman, Mary’s Dream y Over the Hills and Faraway. Mejor encajó la canción argentina María se va que se ofreció como propina.