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Actualizado: 30 nov 2015 / 21:59 h.
  • Jugadores del Betis y el Sporting, tras su último partido de Liga, el día que subieron los asturianos / Manuel Gómez
    Jugadores del Betis y el Sporting, tras su último partido de Liga, el día que subieron los asturianos / Manuel Gómez

El Betis debuta mañana en una nueva edición de la competición que le ha dado dos de los tres títulos que abrillantan la vitrina de su historia. No es el objetivo prioritario de Pepe Mel y sus futbolistas y se antoja casi utópico pensar que un recién ascendido pueda adjudicarse el título, pero la Copa no es un amistoso de verano sino un campeonato que se merece el mayor de los prestigios. Que se lo digan a los béticos, por ejemplo. Y para el conjunto de Heliópolis empieza en los dieciseisavos de final y contra un viejo conocido. Más que conocido, amigo: el Sporting de Gijón. No cabe otra consideración para dos rivales que subieron a Primera casi de la mano y que están unidos desde hace años por distintas circunstancias, aunque alguna sea bastante discutible.

Su relación es excelente, sobre todo entre las aficiones, pero los contactos coperos que han protagonizado Betis y Sporting se reducen a la mínima expresión. Hasta ahora sólo se han enfrentado un par de veces y el balance es equilibrado a más no poder: una victoria para los verdiblancos y otra para los rojiblancos. El equipo de Heliópolis pasó de ronda en la edición de la temporada 33-34 y el de El Molinón lo hizo en la más reciente, por decir algo, ya que sucedió en la 77-78. También se vieron en la Copa de la Liga en 1984, con éxito para el Betis.

La primera confrontación copera entre ambos fue en 1934, en los octavos de final de la entonces llamada Copa de la República. La competición se jugaba después de que acabase la Liga. El Betis, en su segundo año en Primera, había acabado cuarto, un buen anticipo de lo que ocurriría al año siguiente.

El caso es que la ida se jugó en el campo del Betis el 25 de marzo de 1934. Era Domingo de Ramos, como dato curioso. Venció por 3-0 el equipo de Patricio O’Connell, que venía de eliminar al Levante FC en la primera eliminatoria. Lecue consiguió un doblete en la primera parte y Saro remató el resultado en la segunda. Las crónicas dijeron que no hubo color y que el Betis se clasificaría para cuartos salvo sorpresa. No la hubo: en la vuelta, disputada el 1 de abril, el Sporting sólo pudo ganar por 1-0 con un tanto de Herrera en el 75’.

Hubo que esperar 44 años para ver otro Betis-Sporting de Copa. Fue en la temporada 77-78, apenas ocho meses después de que el Betis se proclamase campeón de la competición por primera vez en su historia en aquella mítica final del Calderón. Sus caminos se cruzaron en los cuartos de final. La ida se jugó el 15 de febrero de 1978 en el Villamarín y venció el Betis, que venía de ganar al Atlético (4-3) y al Cádiz (0-5) en la Liga. Fue un 3-1 con goles de López, de libre directo (8’); García Soriano, tras un centro de Cardeñosa (15’); y Hugo Cabezas, después de una buena jugada personal de García Soriano (89’). El gol del Sporting, que a la postre resultó clave, llevó la firma del gran Quini, que remató en plancha una falta lanzada por Mesa (75’).

En la vuelta (22 de febrero), el Sporting obró la remontada y ganó por 3-0. El conjunto asturiano, dirigido por Vicente Miera, decidió la eliminatoria en el tramo final, aunque el partido se le puso en contra al Betis, aún en manos de Rafael Iriondo, desde muy pronto. Encajó el primer gol nada más empezar y en el 14’ perdió por lesión a su capitán, Cobo. Hubo doblete de Morán, que luego vistió de verdiblanco (2’ y 78’), y también marcó Ciriaco, de penalti (75’). el bético Biosca fue expulsado (85’). Los heliopolitanos, que ya entonces deambulaban por la zona baja de la Liga, acabaron descendiendo a Segunda.