El Betis de las dos caras, o de las doce, porque son casi tantas como jornadas se han celebrado, encara un nuevo reto, más allá del que supone jugar en viernes, un día poco o nada futbolístico. Como a las televisiones les da igual y hay cosas peores (véanse los sábado a las tantas de la noche o el lunes)... El caso es que el equipo verdiblanco afronta el examen que supone cualquier partido después de una derrota, además con doble valor porque el adversario es de su Liga, la de la permanencia. Lo mejor para Pepe Mel y los suyos es que juegan lejos del Villamarín. Lo malo es que se enfrentan a un Levante redivivo tras cambiar de técnico que además ansía el triunfo para salir del pozo del descenso.
Es viernes y 13 (por el número de jornada), así que la película podría ser de terror, pero el escenario es el estadio Ciutat de València. El Betis, por tanto, regresa a su hábitat natural. No es que se haya mudado al feudo granota, no. Es que el compromiso no se juega en Heliópolis. Ya lo dice la estadística: el Betis es uno de los visitantes más temibles del campeonato, en concreto el cuarto que más puntos obtiene (11 de 18, igual que el Real Madrid). Como local, en cambio, es el peor (o el mejor, si el punto de vista es el de quienes lo visitan): 4 puntos de 18. El del Atlético fue el cuarto capítulo consecutivo de esa sangría.
De esta mezcla entre Jekyll y Hyde sale como resultado un Betis duodécimo, con cinco puntos de margen sobre el descenso (y el Levante) y a cinco puntos de distancia de Europa. Ahora bien, más que resolver a dónde mirar en la tabla, la prioridad de los heliopolitanos debe pasar por cambiar la imagen de equipo errático por la de equipo hecho y derecho, un conjunto regular, estable, de esos que no encajan goles en los primeros minutos por sistema. Por poner un ejemplo, vamos.
No habrá muchos cambios en el once. A la espera de saber si Mel respeta a Xavi Torres y Adán consuma un milagro de dudosa credibilidad con su pie derecho, la única modificación fija, porque la adelantó el técnico, es la entrada de Dani Ceballos. En todo caso, como ha quedado comprobado que el primer mandamiento para el Betis es no ser una hermana de la caridad, no es de esperar un equipo más ofensivo que de costumbre. El Levante, además, lo recibe henchido de moral tras golear al Sporting (0-3). Aún no ha salido de la zona de descenso, pero da la impresión de que va camino gracias a Rubi.
LEVANTE UD: Levante: Rubén, Pedro López, Feddal, David Navarro, Toño; Simao Mate, Camarasa, Jefferson Lerma, Morales, Rubén García y Deyverson.
REAL BETIS: Dani Giménez; Piccini, Bruno, Westermann, Varela; Xavi Torres, N’Diaye; Joaquín, Dani Ceballos; Cejudo; y Rubén Castro.
Árbitro: Sánchez Martínez (Comité Murciano).
Estadio: Ciudad de Valencia.
Hora: 20.30. TV: Canal+Liga.
