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Actualizado: 08 ago 2020 / 12:50 h.
  • Entonces, ¿es verdad que Dios ha muerto?

Eulogio López, director del diario Hispanidad, uno de los diarios nativos digitales decanos en España, lamenta y a la vez denuncia a veces con toda rotundidad que lo que le ocurre al ser humano de estos tiempos es que o se ha alejado de Dios, o lo ignora o permite atentados contra la religión católica sin apenas oposición. López escribe desde su postura de persona creyente y por tanto defensora a ultranza de su fe y lo hace desde un diario católico que yo considero conservador. Además, estamos ante un periodista comprometido con su fe y sus ideas que posee una buena formación como periodista económico y empresarial a tenor de lo que le vengo leyendo desde hace años.

El pasado domingo, 2 de agosto de 2020, la periodista Verónica Ojeda nos ofrecía en este mismo diario un excelente reportaje sobre la plataforma de negocio pornográfico OnlyFans donde, sobre todo chicas jóvenes, no profesionales del sexo, suben sus “creaciones” para que otros -menores incluidos- compren los productos sexuales que allí se ofrecen y además puedan exigir más “espectáculo”, a gusto del consumidor, por cantidades adicionales de dinero. OnlyFans es una página web británica que fue fundada en 2016 por Tom Stokely, también conocido como «el Mark Zuckerberg del porno», con cada vez más popularidad e influencia en España, se afirmaba en el reportaje.

Lo que más me interesa ahora es el aspecto en el que el reportaje sostenía que los creadores de actos y escenas sexuales que usan esa plataforma perseguían ganar dinero fácil y mucho más en estos tiempos de pandemia donde millones de personas han perdido el trabajo, o lo van a perder, y con esa pérdida las ilusiones o las pocas ilusiones en la vida, incluso la ilusión de vivir.

Lo primero es la subsistencia

Verónica Ojeda constataba en su reportaje opiniones de diversas personas expertas en psicología y otras ciencias humanas que analizaban el significado de un fenómeno que no es del todo nuevo pero que estaba tomando un impulso considerable en el contexto actual. Todas esas fuentes recelaban en mayor o menor medida de la actividad de tal empresa que “cosificaba” -decían- al ser humano, sobre todo a mujeres y homosexuales.

Desde luego, informes, opiniones, análisis, tenemos a montones, éste es uno más, sin ir más lejos. Pero la gente necesita comer, ser autónoma, ser todo lo libre que se pueda ser, y eso es antes que nada, antes que la creencia en Dios -o paralela a ella-, antes que poder detenerse a mirar si lo que haces es ético o no, moral o inmoral.

Tanto Maslow como sus críticos coinciden en la primera necesidad del ser humano: su propia subsistencia. A partir de ella llegarán o no otras pero ésa es la principal y la que el sistema de mercado salvaje está negando desde hace mucho tiempo a los humanos, empezando por los jóvenes, al menos en España. En el fondo, el mundo mercantil se aprovecha de que no posee ninguna ideología que le provoque miedo y tira por la borda sus principios fundacionales como por ejemplo los contenidos en el libro de Adam Smith Teoría de los sentimientos morales donde el autor escocés reconoce el egoísmo humano pero por eso mismo aboga por controlarlo mediante el desarrollo de la empatía. Sinceramente, creo que cualquier empresario que no piense seriamente en estos mismos términos no merece ser llamado empresario.

Regresamos al siglo XIX -salvando las distancias- en donde el egoísmo humano convirtió a esas personas emprendedoras que nos trajeron tanto progreso por medio de iniciativas empresariales en auténticos monstruos contra sus semejantes hasta el punto de originar un ejército de parias del que se derivó el marxismo y otras ideologías. Engels, en el discurso que pronunció ante la tumba de Marx, dijo: “Marx descubrió la ley del desarrollo de la historia humana: el hecho, tan sencillo, pero oculto hasta él bajo la maleza ideológica, de que el hombre necesita, en primer lugar, comer, beber, tener un techo y vestirse antes de poder hacer política, ciencia, arte, religión, etc.”

Desde luego, la empresa OnlyFans es consciente de todo eso, ya llevamos veinte años de siglo XXI y, como dirían los filósofos, sustancialmente, ¿qué ha cambiado aquí? Porque lo peor del caso es que lo que ha hecho esta empresa es aprovecharse no sólo de la necesidad sino de la mentalidad que ha incrustado el mercado en la gente en general y en el joven en particular.

Llueve sobre mojado

¿Qué mentalidad es ésa? Éxito = a dinero + fama y si lo puedes lograr con dinero abundante y fácil, mejor, el esfuerzo y la ética quedan al margen y así es como Dios puede haber muerto para haber sido sustituido por montones de dioses como ya pronosticó Friedrich Nietzsche. Todo ello en un contexto donde hay un elemento esencial, omnipresente, como Dios: el sexo.

Vamos a tener que darle de nuevo la razón a Freud en lugar de atacarlo tanto porque, según sus críticos, todo lo reducía a sexo, de manera que, se deduce, estaba obsesionado con el tema. Para Freud, la conducta sexual emana hacia la superficie consciente desde las profundidades de nuestra naturaleza. Para él, incluso el amor más sublime es esencialmente sexual. Se supone que no es así y ya se encargaron otros, como Ortega y Gasset, de llevarle la contraria, pero si entramos de nuevo en cierto contexto mercantil-empresarial les voy a colocar a ustedes a continuación, utilizando la misma figura femenina, dos imágenes que simbolizan la transmisión ideológica que se les ha estado ofreciendo a los jóvenes y menores de edad en las últimas décadas:

2009. Miley Cyrus. En 2011, con 19 años, atesoraba 90 millones de euros. Miley Cyrus celebró entonces su cumpleaños con la noticia de que su patrimonio la encumbraba como la joven más rica del mundo. Convertida en arquetipo del éxito basado en la ganancia rápida, símbolo de la filosofía empresarial estadounidense, y de la utilización de recursos sexuales para lograr el éxito. People With Money informó el sábado (8 de febrero, 2020) que Cyrus es la actriz mejor pagada del mundo, arrastrando la increíble cantidad de 75 millones de dólares entre enero de 2019 y enero de 2020.

Ahí tienen ustedes una asociación de ideas para triunfar: destape, sexo, juventud, dinero, todo ello en el contexto de la supuesta libertad que nos brinda el paraguas estadounidense. El éxito de OnlyFans empieza a tener sentido.

¿Un puñetazo encima de la mesa?

Ahora enlazo con Eulogio López quien, por cierto, es lo opuesto a mis creencias, pero ambos creo que defendemos la dignidad humana desde nuestras trincheras digitales. ¿Hay que dar un puñetazo encima de la mesa y terminar con toda esta decadencia que el mundo del consumo desmedido y el fracaso del sistema del capitalismo salvaje origina en los seres humanos occidentales? El posmodernismo asegura que el siglo XX nos demuestra el fracaso de los grandes ideales (ellos, en plan cursi de inventar palabros, los llaman metarrelatos), basamento líquido y débil de partida que ha dado lugar a un caos difícil de racionalizar.

En este punto me quedo yo también vacilante porque no cabe duda de que hay que terminar con este mundo empresarial corrupto, es que ya se ha metido en los tuétanos de la juventud y de los menores, es que ya no se regala lo que te sobra sino que se vende en Wallapop y todo esto parece normal. Lo que no tengo claro es cómo se puede contrarrestar sin caer en otra dictadura aún peor que la que ya nos rodea. Tal vez yo mismo soy víctima del relativismo y la debilidad.

Como se han derrumbado los grandes ideales, el sujeto se mira a sí mismo y surge el negocio de sí mismo, el negocio a costa de su propio cuerpo al que debe cuidar al máximo, el negocio de las mascotas, la defensa de los animales por encima incluso de la defensa de los semejantes. Y, como remate de todo, la pérdida de la dignidad y del respeto por uno mismo utilizando el cuerpo como mercancía.

Aseguran algunas fuentes del reportaje que nadie debería escandalizarse ni criticar que una persona joven decida protagonizar actos sexuales para ganar dinero si lo hace libremente. Es una teoría nada despreciable, sólo que choca con la realidad. Primero, porque no se hace libremente. Segundo, porque si no te respetas a ti misma o a ti mismo en tu intimidad, no te van a respetar los otros. En mí, personalmente, no va a existir problema, pero la sociedad no funciona así, por el momento.

En efecto, la huella de lo que se suba a Internet con 18 años en adelante -y con menos edad- va a quedar ahí para siempre como la señal de una divisa ganadera grabada a fuego en la piel. Digan lo que digan ahí se queda almacenada para utilizarla cuando se desee y por quien lo desee.

Toda esta dinámica es canalla y ya me sé el argumentario empresarial de la ética protestante: nadie le pone una pistola en la frente para que alguien empiece a despreciarse, todo es mundo es libre. No, no ha sido el joven quien ha creado el contexto vacío espiritualmente en el que se desenvuelve, ha sido una moral mercantil enferma de codicia que, en efecto, en cierto sentido ha matado a Dios, tomado éste como poseer principios elevados y propiamente humanos gracias a los cuales no sólo vivir sino existir.

Estamos en la decadencia clara de Occidente, ejemplos como OnlyFans y muchos otros lo demuestran, son los nuevos becerros de oro que ignoran lo que el ser humano almacena de positivo en su interior y en su historia, además de esta inmundicia presuntamente delictiva a la que no sabemos por el momento cómo detener. Y detenerlo no es sólo tarea de los políticos sino de los empresarios en nombre de todo el avance que nos ha traído el emprendimiento empresarial.