Desirée Leal murió el 3 de mayo de 2019 y con total seguridad a causa de una asfixia mecánica, contra la que habría luchado, y no por una posible ingesta accidental de medicamentos, como ha tratado de defender su madre, Ana Sandamil, sentada en el banquillo como única acusada del crimen de la pequeña, cuando esta tenía 7 años.
En la vista que acoge la Audiencia Provincial de Lugo, que llegará el próximo lunes a su última sesión con las conclusiones finales y el derecho a la última palabra de la sospechosa, han testificado este viernes dos forenses del Instituto de Medicina Legal de Galicia que han hablado de una compresión sostenida, de un aplastamiento claro.
"No tenemos dudas. Es un diagnóstico con alto grado de certeza".
La presencia de sangre indica que hubo un intento de defensa, han relatado, y las lesiones, fundamentalmente en boca y cuello, fueron causadas con la víctima viva, al presionarla con "manos, antebrazos", ambas partes, de manera concomitante, o incluso en momentos distintos, pero no con ningún otro objeto.
El óbito se habría producido, como muy pronto, a las 4:40, ha dicho uno de estos expertos, y como muy tarde, a las ocho de la mañana, antes de la llamada de alerta de la abuela materna, María Novo, en cuya casa, en Muimenta (Lugo), vivían tanto la enjuiciada como la chiquilla, desde la separación de Ana Sandamil y José Manuel Leal, padre de Desi, como la llamaban en su círculo íntimo.
Los 0,03 miligramos de Trazodona, un antidepresivo, hallados en la sangre y en el contenido gástrico de Desirée, no sería un nivel tóxico y mucho menos letal, ha explicitado el experto del Imelga al ser preguntado, pues la dosis terapéutica en adultos es "a partir de 0,7" y el nivel letal "desde 12", con lo cual "hay mucho margen".
Con este parecer han coincidido la jefa del servicio de química del Instituto Nacional de Toxicología y dos facultativas, al argumentar que los 0,03 mg/litro en sangre suponen un porcentaje "muy por debajo del valor terapéutico indicado en la bibliografía de referencia" para una persona mayor de edad.
En la orina de la cría, no había rastro del fármaco que tomó por vía oral, por lo que no falleció en el momento de la ingesta, a tenor de que dio tiempo a la absorción, a que apareciese en sangre, pero sí agonizó Desirée antes de ser capaz de empezar a expulsar lo consumido a través de la uretra.
Las psicólogas del Imelga que hicieron el cuestionario específico de personalidad de Ana Sandamil observaron una alteración "grave" en su carácter, con ansiedad social, pues teme a las críticas; mucha dificultad para enfrentarse al estrés, una concepción muy pobre de sí misma, impulsividad, introversión, e intento de quedar bien, aunque este último extremo no distorsione la validez de la prueba.
Trastorno de personalidad en la que predominan los rasgos evitativos (en el paso del colegio al instituto evitaba a los mayores por creer que se reían de los pequeños) ha sido la conclusión a la que han llegado.