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Actualizado: 23 jun 2020 / 09:05 h.
  • La OCU desmonta los mitos sobre el azúcar

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) se ha puesto manos a la obra para desmentir todos aquellos mitos que rodean al azúcar y al resto de endulzantes. Para ello, comienzan recordando que la Organización Mundial de la Salud recomienda limitar la ingesta de azúcares libres de forma que no superen el 10% del aporte calórico total de la dieta, siendo aún mejor reducirlo incluso al 5%. “Esta recomendación es cierta y tiene un fundamento científico claro...pero a partir de ahí se han acuñado una serie de afirmaciones que son falsas, exageradas o requieren ser matizadas, porque no son ciertas sin más”, aclaran desde la OCU.

En primer lugar, la organización desmiente el mito “el azúcar es malo para salud y hay que eliminarlo de la dieta”, alegando que este mensaje incita no solo eliminar de la dieta los alimentos a los que se le añade azúcar, sino aquellos que naturalmente lo contienen como frutas, verduras o incluso la leche. “Se considera probado científicamente que los azúcares simples que se encuentran en estos alimentos no tienen efectos adversos para la salud y que no hay motivo alguno para dejar de consumirlos, más bien al contrario” explican. A pesar de ello, hay que estar atentos ya que muchos productos y fabricantes no diferencian en el etiquetado el azúcar natural del azúcar añadido.

En cuanto al mito “el azúcar moreno, el integral, o la panela son mejores que el azúcar blanco”, la OCU explica que todos tienen calorías similares, encontrándose la diferencia únicamente en el proceso de obtención y refinado, que es lo que termina identificando el producto debido a su aspecto y textura. “El azúcar integral tiene algún nutriente más, pero en cantidades muy reducidas. Además, existe el riesgo de, por pensar erróneamente que son mejores que el azúcar refinado, consumamos más cantidad” alegan.

Otra de las falsas informaciones más difundidas en los últimos años es la de que “hay alternativas endulzantes más saludables que el azúcar”, comenzando a usar otros productos como el jarabe de arce o sirope de agave. “Estos endulzantes contienen casi tanto azúcar como el azúcar de mesa, un perfil calórico semejante y apenas trazas de otros nutrientes que no alcanzan para justificar su fama de más saludables”, manifiesta la Organización de Consumidores.

Por otro lado, es bastante común escuchar alguna que otra frase parecida a la de “para perder peso lo mejor es sustituir el azúcar por edulcorantes”, pero ¿es esto cierto? “La reducción del consumo de azúcar puede lograrse recurriendo a edulcorantes no nutritivos o con muy bajo valor calórico como la sacarina, el aspartamo o la estevia. No obstante, a la larga esto no aporta ningún beneficio en el control del peso porque no ayuda a educar el paladar y desarrollar el gusto hacia otro tipo de sabores”, añaden.

Por último, uno de los mitos más extendidos es el de “si tomo mucho azúcar me puedo volver diabético”. Aún hoy no se ha podido establecer una relación directa y clara entre el consumo constante y elevado de azúcares y la aparición de diabetes de tipo 2. “Sí se ha observado que una alta ingesta de azúcares añadidos es un factor desequilibrante de la dieta y favorece el desarrollo de obesidad y sobrepeso que, a su vez, sí son factores de riesgo para el desarrollo de diabetes mellitus”, explican.