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Actualizado: 09 may 2023 / 04:21 h.
  • Lo que no se contó: la simbología oculta en la coronación de Carlos III

Uno de los símbolos más destacados en la coronación de Carlos III es la corona misma. La corona es un objeto de gran importancia simbólica, que representa el poder y la autoridad del monarca. En la coronación de Carlos III, la corona se convierte en un símbolo de la unión de Inglaterra, Escocia e Irlanda, ya que está compuesta por tres coronas separadas que representan a cada uno de estos países.

Otro símbolo importante en la coronación de Carlos III es el cetro. El cetro es un objeto que representa el poder y la autoridad del monarca sobre su pueblo. En la coronación de Carlos III, el cetro es un objeto de gran importancia simbólica, ya que representa la responsabilidad del monarca de proteger y gobernar a su pueblo.

Además de estos símbolos obvios, la coronación de Carlos III también está rodeada de una gran cantidad de simbolismo oculto. Por ejemplo, el color rojo es un símbolo importante en la coronación de Carlos III, ya que representa la sangre y la pasión que son necesarias para gobernar con éxito. Del mismo modo, la plata es un símbolo importante que representa la pureza y la integridad, mientras que el oro representa la riqueza y la prosperidad.

Celebrada en la mítica Abadía de Westminster, en Londres, hacía 70 años que no albergaba este evento, desde que fue coronada la difunta Isabel II.

Carlos III y la reina consorte, Camilla Parker, tomaron asiento en sillas ceremoniales para el servicio y después el rey se ha girado en cuatro ocasiones para presentarse a la congregación, la referencia de lo que son los cuatro puntos cardinales.

Otro momento importante es el de la unción, de un carácter tan sagrado que no hay testigos de ello y con una mampara realizada para la ocasión.

Lo que no se contó: la simbología oculta en la coronación de Carlos III

Al rey, en la ceremonia, se le quitó lo que es el manto ceremonial y se le sentó en la denominada “Silla de la Coronación” que es un trono de madera del año 1300 por orden del rey Eduardo I. Bajo este trono se encuentra la mítica Piedra del Destino, escocesa, una roca sobre la que se sentaban los reyes.

El deán de Westminster, en el transcurso de la ceremonia vertió aceite de crisma, o aceite sagrado, que se trata de un recipiente en forma de águila dorada, la cuchara de la coronación es del siglo XII.

Este aceite procede de aceitunas del Monte de los Olivos en Jerusalén y está perfumado por diferentes sustancias. Como novedad, y en consonancia con el amor de Carlos III por la naturaleza, no se han empleado productos procedentes de animales.

El aceite de la coronación se consagra en la iglesia del Santo Sepulcro en Jerusalén desde el año 1626 con la coronación de Carlos I.

El rey Carlos III llevaba puesta lo que se denomina el colobium sindonis, 'túnica del sudario', que es una pieza de lino blanco sin mangas y que es sinónimo de la presentación del soberano ante Dios despojado de cualquier elemento de pomposidad.

También se le puso un manto ricamente adornado en brocados dorados que es la supertunica. Se trata de un manto sacerdotal que simboliza la unión con Dios, que el rey hay sido ya consagrado ante Dios y a su servicio.

En la ceremonia tiene además importancia la referida corona de San Eduardo, con más de tres siglos de antigüedad, es la protección, el poder y la dignidad del monarca como jefe de Estado.

Las espuelas de oro, con la simbología en la ceremonia del honor y el valor, que es un guió a los caballeros del Medievo.

Significativas son las cinco espadas: la espada de la ofrenda, que representa el compromiso del rey con su pueblo y su reino; la espada del Estado, símbolo de la autoridad del monarca; la espada de la Justicia Temporal, que representa el papel del rey como jefe de las Fuerzas Armadas; la espada de la Justicia Espiritual, símbolo del monarca como Defensor de la Fe y la espada de la Misericordia o Curtana, que simboliza la misericordia del soberano.

La tradición de las espadas tiene su origen en la coronación de Ricardo Corazón de León en el año 1189, perteneciente a la dinastía Plantagenet.

La propia abadía de Westminster tiene también sus peculiaridades pues en ella se coronan los reyes a excepción de Eduardo V y Eduardo VII, asesinado el primero en la “Guerra de las Dos Rosas” por Ricardo III y el segundo que abdicó.

La abadía no está sujeta a la Iglesia de Inglaterra al ser un 'peculiar real', y está controlada por la monarquía británica, no tiene el mando de obispo ni arzobispo, sino que es gestionada por un lord gran chambelán al igual que la capilla de San Jorge en el castillo de Windsor, la Real en el palacio de Holyrood entre otras.

El arzobispo de Canterbury estuvo presente al ser el primado de la Iglesia de Inglaterra, líder espiritual de la fe anglicana siendo el 'primus inter pares' (el primero entre iguales) y persona que coronó a Carlos III como rey.

Sólo en la coronación de Guillermo I no la ofició por estar excomulgado por el papa Alejandro II. En la de Isabel I que la coronó el obispo de Carlise, al ser considera ilegítima y María Tudor por ser católica y estar casada con Felipe II de España siendo coronada por el obispo de la Iglesia católica Stephen Gardiner, lord canciller en la época.

A los símbolos de la Capa de Estado en terciopelo carmesí, el Colobium Sindonis o la supertúnica o túnica superior hay que unir la estola real de seda con los emblemas nacionales, religiosos y de la Commonwealth.

Además están los emblemas como las rosas que es una evocación de la “Guerra de las Dos Rosas”, de la que sostuvieron la Casa de York y de Lancaster desde el año 1485 a 1603 y que llevó al torno a los Tudor una vez unidas las partes contendientes.

Lo que no se contó: la simbología oculta en la coronación de Carlos III

El cardo símbolo de Escocia junto al tartán, que tomó el rey Alejandro III en el siglo XIII. Cuenta una leyenda que las huestes del rey Haakon de Noruega llegaron a la costa de Largs cuando los integrantes del clan escocés dormían. Los soldados del noruego quisieron pasan en silencio y se descalzaron pero pisaron los cardos espinosos y gritaron de dolor, eso alertó a los escocés que se prestaron al combate,

El trébol simboliza a Irlanda, referencia al Día de San Patricio, sería él quien tomó las tres hojas del trébol para explicar el dogma central de la religión cristiana, que es el misterio de la Santísima Trinidad con el Padre, Hijo y Espíritu Santo. Es el patrón de Irlanda, curiosamente con una amplia mayoría protestante.

El Pallium Regale o palio real con evocación a las vestiduras de los sacerdotes bordados con motivos nacionales se coloca por encima de la túnica del sudario en la investidura.

La piedra del destino a la que me refería anteriormente tiene una historia más propia del mundo del misterio pues es llamada Scone, es de piedra arenisca y fue conservada en la abadía de Scone (Escocia). Eduardo I de Inglaterra la robó y trasladó a la abadía de Westminster para usarla en la coronación de los reyes ingleses. Esto creó muchas batallas siendo en 1996 cuando fue devuelta a Escocia si aceptaba prestarla a Londres para su uso en las coronaciones.

La voluminosa Corona Imperial pesa 2,23 kilos. La anterior corona pesaba aproximadamente 1,28 kilos. Fue modificada en dos ocasiones con motivo de la coronación de la reina Victoria, por ser muy pesada (la corona) y para la coronación de Jorge VI en un trabajo de joyería de Garrard & Co en 1937.

Tiene cuatro diademas y se compone de 2.868 diamantes, 273 perlas, 17 zafiros, 11 esmeraldas, y 5 rubíes. En su parte superior se coloca una cruz patada y en su interior una capa de terciopelo.

Son algunos de los detalles y curiosidades en torno a este momento histórico en el Reino Unido con la coronación del rey Carlos III, incluso se habla de un fantasma que, a modo de parca, apareció en una de las grabaciones en televisión y que, parece, según fuentes de protocolo de la ceremonia, se trataba de uno de los canónicos participantes en la ceremonia.

Curiosidades y hechos simbólicos en la coronación de Carlos III de Inglaterra, ritos con una alta carga valores, desde la corona y el cetro hasta los colores y los materiales utilizados en la ceremonia, cada detalle de la coronación es cuidadosamente seleccionado para transmitir un mensaje específico sobre el poder y la autoridad del monarca y su relación con el pueblo que gobierna.