Fruto de todo ello, y de la leyenda negra del mismo, son determinadas muertes que han alimentado la imaginación de muchos y la racionalidad de muy pocos, son las muertes “provocadas” por la ouija.
Comencemos a ver algunos casos para detenernos en el primero de ellos. Sucedió en el año 2000 en la Universidad de Arkansas. Tras concluir sus clases decidieron reunirse en la biblioteca para estudiar, esa fue la excusa que le dieron al jefe de estudios. Quizás por que concluyeron pronto o por aburrimiento a uno de ellos se le ocurrió jugar a la ouija. Fue una chica llamada Brenda, de 19 años, la que comienza a consultar al tablero con la primera pregunta: “¿a qué edad voy a morir?” y “¿de qué voy a morir?”.
El ese momento el master comenzó a moverse y marco el número 2 y después el número 6, era el 26. Tras ello fue formando una palabra, letra a letra deletreó “anorexia”; la chica rompió a llorar pues desde hacía más de un año padecía de dicha enfermedad.
Casualidad o no, siete años después, Brenda moría de un ataque cardiorrespiratorio debido a los continuos vómitos y por anemia aguda.
¿Hay alguien ahí?
Nuestra segunda historia nos lleva un no tan lejano día, un 20 de Noviembre del 2007. Un grupo de amigos apasionados del misterio se dan cita en una casa abandonada para practicar la ouija.
El chico que ha organizado la reunión comienza a preguntar al tablero: “¿hay alguien que no quieras que este aquí?”. Y el master comienza a moverse deletreando los nombres de tres de los cinco chicos que habían acudido a la cita. El tablero les dijo que se fueran.
Así lo hicieron y fueron a un descampado cercano, al salir de la casa sintieron un sonido fortísimo, ensordecedor... Miraron atrás y vieron con horror como la casa se sepultando a sus dos amigos que encontraron la muerte en aquella sesión maldita.
Un lejano mes de Diciembre de 1972, Jennifer Lyan, una chica de 16 años, se reunió con otra amiga que gustaba de estos juegos. A una amiga le habían regalado un tablero ouija y le propuso jugar con el más allá.
Jennifer acude a casa de la amiga y ambas se encierra en la vieja boardilla y formula la primera pregunta (que es una de las más consultadas): “¿a qué edad voy a morir?” y, como en el caso anterior: “¿y de qué?”.
El master comenzó a moverse y señaló dos cifras: el 1 y el 8 formando el número 18, tras ello la E, S, T, R, A, N, G, U, L, A, D, A...,“estrangulada”.
Se asustaron, pero al poco comenzaron a reírse y exclamar: “¡Es sólo un juego!”.
El 28 de Marzo de 1974, dos días después de su cumpleaños, el cadáver de Jennifer apareció, había sido violada y estrangulada en un parque cercano a su domicilio tras pasar un rato con unos amigos, nunca se encontró al asesino.
En el año 2006 se produjo un caso en Venezuela que estaba relacionado directamente con la ouija. Alejandra, una chica de 15 años, sintió la tragedia de cerca cuando perdió a sus padres en un accidente de tráfico. Apenada, pero no resignada, decidió tratar de contactar con ellos.