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Actualizado: 28 mar 2023 / 10:14 h.
  • ¿Sabías que algunos alimentos ayudan a proteger el sistema auditivo?

Tenemos interiorizado que para cuidar de nuestros oídos solo tenemos que mantenerlos limpios y alejados de ruidos fuertes y constantes. No obstante, tener un sistema auditivo saludable no solo implica el cuidado externo de los oídos, sino también el interno, y es aquí donde nuestra alimentación juega un papel fundamental.

Es bien sabido que una alimentación saludable y equilibrada puede ayudarnos a cuidar de nuestro organismo y a prevenir enfermedades. Lo mismo ocurre cuando hablamos del sistema auditivo. Ciertas vitaminas y minerales presentes en los alimentos colaboran activamente en mantener sanos nuestros oídos y evitar la aparición de patologías del aparato auditivo como la sordera o la infección de oídos, entre otras.

Aunque es verdad que los alimentos no tienen la cura para la pérdida auditiva, sí que se presentan como la fórmula ideal para prevenir daños y cuidar de la salud de los oídos. Según explica el Dr. Joe McDermott en un estudio publicado en The Daily Sentinel sobre la alimentación y la sordera, una dieta equilibrada y el consumo de ciertos nutrientes y vitaminas puede retrasar e incluso prevenir futuras pérdidas auditivas. Asimismo, el especialista destaca que la falta de estas vitaminas en la dieta “puede provocar infecciones de oído, tanto en adultos como en niños, y a largo plazo, la aparición de enfermedades más severas en el oído”.

En concreto, realizar una dieta rica en frutas y verduras que nos aporten vitaminas como la A, B, C y E y minerales como el potasio, zinc, hierro, magnesio y fósforo, nos ayudará a mantener un sistema auditivo saludable durante mucho más tiempo. No obstante, es necesario seguir visitando al otorrino siempre que tengamos dudas sobre nuestros oídos.

Vitamina A

Las verduras y hortalizas de hoja verde son ricas en vitamina A. Alimentos como las espinacas, coles, acelgas, berros, borraja, apio, cardo, lechugas, grelos, rúcula, hojas de rábanos, nabos, remolacha y zanahorias son perfectos para cumplir con el nivel de vitamina A necesaria para el correcto funcionamiento de nuestro organismo y el cuidado del aparato auditivo.

Vitamina B9

Los especialistas afirman que la ingesta de vitamina B9 o ácido fólico está asociada con un menor riesgo de pérdida auditiva relacionada con la edad. Las verduras de hoja verde, judías, garbanzos, lentejas, huevos, carne y otros alimentos base de la dieta mediterránea son una excelente fuente de vitamina B9.

Para poder obtener todos los nutrientes y propiedades de estos alimentos es recomendable consumirlos al vapor o cocidas, dejando de lado ciertos procesos de cocción o el consumo de grasas innecesarias.

Vitamina C

La vitamina C es fundamental para el correcto crecimiento y desarrollo de nuestro organismo e influye positivamente en la salud de los oídos. Asimismo, también nos ayuda a prevenir infecciones de orina y resfriados.

Esta vitamina está presente en los cítricos (naranjas, mandarinas, pomelos...) guayaba, grosellas, tomates, kiwis, fresas; y en verduras como el brócoli, lombarda, pimientos, perejil, hinojo...

Vitamina E

La vitamina E es liposoluble y un excelente antioxidante que protege nuestro tejido corporal del daño causado por los famosos radicales libres. Además, ayuda a mantener el sistema inmunitario fuerte para luchar contra virus y bacterias.

Alimentos como los frutos secos (nueces, avellanas, cacahuetes, almendras) y las semillas (lino, girasol, calabaza...) junto con las verduras de hoja verde y los aceites vegetales (oliva, girasol y colza) son una gran fuente de vitamina E.

Minerales

Los minerales que tienen una importante función en la prevención y cuidado de nuestros oídos son el magnesio, hierro, potasio, zinc y fósforo. Estos están presentes en multitud de alimentos como la carne de cerdo, cordero, pavo, pollo, carnes rojas, pescados y mariscos.

Asimismo, los frutos secos y las semillas son ricas en zinc, mineral muy importante para la prevención y tratamiento de la pérdida auditiva neurosensorial repentina. Por otro lado, algunas investigaciones señalan que tanto las nueces como el pescado rico en Omega 3 podrían prevenir o retrasar la aparición de la pérdida auditiva relacionada con la edad.

De igual forma, el magnesio es conocido y recomendado por los especialistas por sus efectos neuroprotectores y su eficacia para prevenir y tratar la pérdida auditiva. Entre los alimentos ricos en magnesio destacan el pistacho, las avellanas, judías blancas, almendras y dátiles.

Por último, el potasio presente en el plátano o el aguacate ayuda a regular los fluidos en los tejidos corporales y la sangre. Con la edad, los niveles de fluidos en el oído interno descienden, algo que los expertos relacionan con la pérdida auditiva.