Facebook Twitter WhatsApp Linkedin Copiar la URL
Enlace copiado
Actualizado: 09 may 2021 / 12:56 h.
  • José Luis Gordillo, el legado que pide justicia

Este periódico se comparte con sus lectores desde el 1º de febrero de 1899. Lo impulsó la tenacidad de un abogado que llegó a ser Cardenal y hoy es Beato. Marcelo Spínola (1835-1906) irrumpió para reivindicar la ‘buena prensa’. Este fue su espíritu fundacional: ‘Ni un solo trabajo, ni una sola línea, ni una sola letra de las que en él se publiquen dejen de encaminarse a la defensa de la verdad y de la justicia’.

Andando el tiempo, el decano de los periódicos sevillanos conoció distintas sedes. Por su redacción, talleres, administración, gerencia o distribución -en su día- pasaron profesionales que dejaron huellas, noticias, experiencias, ejemplos y esa didáctica de la que debemos aprender. Uno de los muchos talentos que pasó por ElCorreo fue su redactor-jefe entre julio de 2005 y noviembre de 2006. Se llamó José Luis Gordillo (Bormujos 1970-2014).

El periodista total

Su temprana muerte no ha sido el final, como cantan los militares a sus caídos en batalla. Gordillo se licenció en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid en 1993. La densa trayectoria del periodista tuvo antecedentes. Su trabajo ayudó a sus padres en el negocio familiar (Carnicería Simeón) en la antigua Plaza de Abastos de Bormujos

Desde muy joven Gordillo sintió la llamada del periodismo. Lo relató en este periódico Francisco Veiga:ya en la adolescencia creamos en Bormujos, junto a sus hermanos, a Juana Vázquez, José Luis Montiel –como yo por aquel entonces, residente en Gines– y Lourdes Pino (de Nueva Sevilla), la revista La Azotea-alXaraf. La maquetábamos a tipómetro y logramos poner en el kiosko un número’.

Gordillo, tras licenciarse en periodismo, plasmó sus sueños. Colaboró en Andalucía Actualidad, co-fundó la agencia Surpress y fue corresponsal en Sevilla de Sur e Ideal. También, colaboró con Diario de Cádiz, Servimedia, Colpisa, Cambio 16, Periodismo Humano o Heraldo de Aragón. Inclusive, trabajó varios años en lo institucional: fue asesor del Ministerio de Medio Ambiente, Consejería de Obras Públicas- Vivienda/Junta de Andalucía y dircom de empresas públicas.

La muerte le alcanzó en el asfalto de una carretera, al volante de su auto en un tramo que conocía bien. Pocos días antes fue fichado por Público como corresponsal. Ultimaba investigación sobre denuncia por robo de mujer de cinco de sus hermanos cuando el padre era militante comunista. Estaba muy implicado en contar injusticias. Tenía credenciales desde mucho antes, cuando investigaba chanchullos urbanísticos en su Bormujos natal.

Escritor de ficción y verdades

José Luis Gordillo también fue un escritor comprometido. En su vertiente de autor de ficción publicó una trilogía narrativa con títulos muy sugerentes: Afrodisia (2009), Yo te quiero (2011) y Respira (2013). Las novelas pivotan su temática sobre el Amor con mayúscula. Lo narra desde una perspectiva pura, directa, en primera persona. Esa visión choca con una sociedad contemporánea que no entiende mucho del amor y más del materialismo. Como otros autores, Gordillo es tributario en su narrativa de lo existencial, social, familiar y la política. El de Bormujos es coautor también de libros de viajes sobre las provincias de Granada, Córdoba, Sevilla, Málaga y Cádiz.​

La más genuina raza del periodismo de investigación en formato literario la suscribe Gordillo en un revelador dossier titulado ¿Por qué no se buscan los niños robados en España? que patrocinó Periodismo Humano

El escritor no podía comprender, como padre de dos hijas, cómo hubo y hay tramas que roban bebés a sus madres por dinero. Este drama le multiplicó su ubicuidad

El asunto de los bebés robados le perseguía en vida a Gordillo para aclararlo hasta donde podía su talento informador. Su obra póstuma, pues fue publicada por Editorial San Pablo en 2015, se llamó Los Hombres del saco. La obra incluye un sincero prólogo del Profesor y Doctor en Periodismo granadino Antonio Ramos Espejo, también autor de recomendables libros y miles de artículos.

La lectura de este libro pone literalmente los pelos de punta por lo desgarrador que es arrancar bebés a sus madres. Sus páginas alertan que las tramas malvadas de estos ladrones las inspiró, en clave redentora, el Catedrático de Psiquiatría Antonio Vallejo Nájera (1889-1960). Él acuñó términos como ‘bio-psiquismo del fanatismo marxista’ o las ‘íntimas relaciones entre marxismo e inferioridad mental’. Apoyó, tan insólita tesis, en las prácticas de limpieza étnica de los nazis alemanes (1934-1945).

Gordillo en su obra más apreciable acude a Francisco de Quevedo (‘Donde hay poca Justicia es un peligro tener razón’) para advertir al lector que tendrá ante sus ojos un trabajo que no le dejará indiferente. Los bebés robados y sus víctimas entrañan la dedicatoria de esta obra. Plantó una semilla militante que ha florecido en muchas partes.

Prólogo del Epílogo

El legado y la memoria sobre José Luis Gordillo palpita en 2021 y desde que murió. Gordillo viajó por España buscando verdades sobre los bebés robados en sus últimos meses y años de vida. Su lucha fue aplaudida por los distintos colectivos en todas las autonomías. La Asociación Sevilla de Bebés Robados, entre otros colectivos, impulsó homenajes a Gordillo por su valioso apoyo difusor e informativo. En noviembre de pasado 2017 en los Jardines de Cristina acudieron representantes de Asociaciones de Bebés Robados de todo el país, colegas del periodismo y multitud de amigos.

El Ayuntamiento de Bormujos acordó nombrarlo su Hijo Predilecto a título póstumo. El que fuera Parque Municipal Los Álamos III, pasó a llamarse ‘Parque Municipal de las Libertades, José Luis Gordillo’.

Gordillo esperemos que escriba desde el más allá un prefacio al final de los bebés robados. Superada la trágica postguerra fratricida española se calcula que más de 30.000 niños fueron arrancados a sus madres durante un período que podría iniciarse en 1939 y concluir a finales de los 40s.

Los bebés robados entrañan un grave problema social. Alcanza a familias enteras, con heridas abiertas de por vida. Se estima que, desde 1939 hasta principios de los 90s del pasado siglo XX, serían unos 300.000 los bebés robados españoles. La democracia y la Constitución de 1978 han conocido este problema, no sólo circunscrito a la etapa franquista (1939-1975)

Para hacernos una idea sobre los bebés robados debe añadirse el tabú del que gozan, el oscurantismo que les caracteriza y las complicidades aún vigentes. Ello posibilita que miles de denuncias que tramita la Justicia española se archiven casi sistemáticamente. Pasaron décadas, prescribieron los delitos, murieron actores y víctimas. Pero existió una maquinaria, perfecta y engrasada, que hace veraz lo que parece inconcebible.

Gordillo desgranó en Los Hombres del saco la oscura trama de robo de bebés durante la dictadura franquista y hasta bien entrada la democracia. La trama la integraban médicos y enfermeras sin escrúpulos, religiosos/as y una minoría de funcionarios e instituciones de un Estado cómplice. Los colectivos de víctimas calculan unos 300.000 bebés robados.

La lucha por localizar los bebés robados plasmó en España la Circular 2/2012 de Fiscalía General del Estado sobre Unificación de Criterios en los procedimientos por Sustracción de Menores Recién Nacidos. También creó otra herramienta, el Protocolo de Investigación-Sustracción de recién nacidos (Policía Nacional-CGPJ-Comisaría General de Policía Científica)

Hay cientos de investigaciones de la Fiscalía sevillana sobre bebés robados. Varios Juzgados de Instrucción operan las diligencias investigadoras. La UFAM-Unidad de Familia y Mujer-Policía Nacional busca verdades. Y Gordillo desde su alma sigue informándonos que el epílogo de este prólogo se escribe poco a poco. #Infraganti no podía estar lejos de esta legítima lucha por la Verdad y la Justicia. Gordillo tiene quien le escriba, aunque no sea un periodista. Y también a quienes siguen en la lucha que él escribió y apoyó de corazón, como padre comprometido.