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Actualizado: 16 mar 2015 / 20:37 h.
  • El vicario decretará el inicio de la Madrugá
    El secretario del Consejo da lectura a las modificaciones en los recorridos y horarios de las cofradías. / Inma Flores
  • El vicario decretará el inicio de la Madrugá

En el Cabildo de Toma de Horas celebrado ayer en la Capilla de la Virgen de los Reyes de la Catedral, Teodoro León reconoció que «ciertamente el cambio de horario de la Madrugá perjudica una vez más a las hermandades del Jueves Santo», aunque al mismo tiempo aseguró que «por la premura del Cabildo de Toma de Horas había que mantenerlo sólo por este año».

A las 9.42 horas la firma del vicario general bendecía la nómina de la Semana Santa 2015. Incluida la nueva Madrugá, con el adelanto de 20 minutos y los cambios para este primer año del plan bienal de sacrificios acordado por el Consejo y los hermanos mayores. Su rúbrica zanjaba de un plumazo la polémica de las últimas semanas y la queja de la jornada del Jueves Santo.

Pero el número tres en el escalafón de la Archidiócesis no había dicho aún la última palabra. Su aprobación guardaba algunos matices. En el turno de palabra del Cabildo de Toma de Horas celebrado ayer en la Capilla de la Virgen de los Reyes de la Catedral, Teodoro León reconoció que «ciertamente el cambio de horario [de la Madrugá] perjudica una vez más a las hermandades del Jueves Santo», aunque al mismo tiempo aseguró que «por la premura del Cabildo de Toma de Horas había que mantenerlo solo por este año».

Una de cal y otra de arena para apaciguar los ánimos tras la reunión in extremis que mantuvo el viernes con los máximos representantes del Jueves Santo, que le habían enviado un escrito instándole a que no autorizara este estirón de la Madrugá. Para evitar problemas, el vicario anunció que para los próximos años fijará «por decreto» un horario límite para el inicio de la Madrugá. Para ello, según explicó, convocará al Consejo de Cofradías y a los hermanos mayores del Jueves Santo y a los de la Madrugá a una reunión, que contará con el asesoramiento del delegado episcopal de Asuntos Jurídicos, Antonio Vergara; y del delegado diocesano de Hermandades, Marcelino Manzano.

Las palabras del vicario debieron contentar a la bancada de hermanos mayores del Jueves Santo, que no se movieron de sus asientos y asumieron «solo por este año» los 20 minutos.

Por su parte, los hermanos mayores de negro de la Madrugá escenificaron su unión ante la ausencia destacada de los máximos responsables de la Macarena, la Esperanza de Triana y Los Gitanos. El del Calvario tomó la delantera en el turno de ruegos y preguntas al apuntar que en lo leído sobre la jornada faltaban los tiempos de paso. Fue el presidente del Consejo, Carlos Bourrellier, quien aún en calidad de delegado de la Madrugá, recitó de memoria el nuevo reparto por Carrera Oficial: «El Silencio se adelanta diez minutos, el Gran Poder gana cinco, el Calvario cede tres, la Macarena suma 19, la Esperanza de Triana, 21 y los Gitanos, cinco».

No hubo intervención verbal del diputado mayor de gobierno de la Macarena. Fue por escrito. El secretario del Consejo, Carlos López Bravo, dio lectura a una carta en la que la cofradía del Arco señalaba que «discrepa pero acata el orden establecido en el plan bienal». También incidía en su «profunda preocupación por la seguridad», en especial en su discurrir por el eje Bacalao-Francos-Salvador por el que este año irán, una tras otra, las tres primeras cofradías de la jornada: El Silencio, Gran Poder y La Macarena. Una cuestión que esta semana ha elevado unilateralmente al Cecop para exigirle que se le garantice por escrito la seguridad en este tramo del recorrido. A este respecto, el delegado de Fiestas Mayores, Gregorio Serrano, presente en la cita, respondió que el martes se celebrará una reunión del Cecop para estudiar «todo lo relacionado a la seguridad».

Al escrito de la Macarena se sumó otro. También de la Madrugá. Los Gitanos reclamaba el lugar que le corresponde por historia en el día. Igualmente lo hizo, aunque ya de palabra, la Esperanza de Triana. Un gesto anecdótico años anteriores pero que en este contexto cobraba un significado especial.

Con respecto al acuerdo de la Madrugá hubo una variación de última hora. La Macarena, como se sospechaba, transitará al final por el lado izquierdo de la plaza de la Encarnación mientras que los Gitanos no dará el rodeo por este entorno y bajará directamente por la calle Laraña hasta Orfila. Una decisión que, según confirmaron fuentes consultadas por este periódico, «estaba desde un principio pero que se ha adoptado a última hora». Ello obligará a la hermandad que dirige Pepe Moreno a realizar un mayor esfuerzo en su camino de ida al tener que comprimir la cofradía en las calles previas a la Campana. Una novedad más será que la Macarena renuncia a pasar por el Arco a la ida «por motivos de seguridad».

Bourrellier, por su parte, defendió la reestructuración de la Semana Santa de este año, marcada por los cambios devenidos del reajuste completo en los tiempos de paso en Carrera Oficial y las reestructuraciones completas del Jueves Santo y la Madrugá. «Vivimos un año de cambios, especialmente en algunas jornadas, después del estudio que se hizo sobre el número de componentes en los cortejos el año pasado». Asimismo, afirmó que «se ha trabajado intensamente y que se han llegado a acuerdos en la mayor parte de las jornadas». Eso sí, el presidente del Consejo matizó que «no tienen vocación de permanencia, ya que los acuerdos son para este año».

Lo que sí tendrá «un carácter extraordinario» cada año será la celebración del Cabildo de Toma de Horas en la Catedral. El vicario Teodoro León informó de su obligación de hacer cumplir las nuevas normas de usos extralitúrgicos de los templos aprobada el pasado mes de noviembre y por la que «este acto administrativo» tendría que buscar otra ubicación. De momento, aseguró, se mantendrá en la capilla real «por razones históricas y tradicionales».