Hace tiempo, en los Jardines del Valle, junto a la Ronda de Capuchinos, había una vieja cripta donde ocurrían hechos extraños. Tanto es así que miembros de la Sociedad Científica Andrómeda, de la capital hispalense, con sede -en ese tiempo- en el Colegio de Médicos, fue a investigar y donde se captaron interesantes psicofonías.
Tuve la ocasión de conocer e investigar con Daniel Ortiz (d.e.p.), presidente de Andrómeda, aunque de aquellos sonidos, captados en el año 1986, sólo tenía su testimonio, él me decía:
“El fenómeno de fantasmogénesis que se daba en aquella cripta era desmesuradamente evidente. Las veces que bajábamos allí sucedían cosas extrañísimas incluso con compañeros de la policía que no salían de su asombro. En una ocasión captamos una parafonía que decía: ‘mi cuna’ y en otra una vela que nos iluminaba salió disparada contra la entrada como su aquel ser el más allá la hubiera lanzado contra nosotros. Fue una gran investigación que potenció mucho la difusión de las actividades de la Sociedad Científica Andrómeda en Sevilla que ya presentamos oficialmente en nuestra sede del Colegio de Médicos. Aquel suceso fue espectacular. Luego también tratamos de filmar a la aparición espectral que se deba en este lugar pero fue infructuoso, eso sí, recogimos muchos testimonios de personas que la habían visto, pero nadie sabía a quién podría pertenecer aquella alma en pena”.
Curiosamente estudié seis años en los Salesianos de la Trinidad, justo al lado, desde 1986, y en ese tiempo leí esa información sobre hechos paranormales en esa cripta, de forma que me atreví a ir -en mis primeros pinitos en el mundo de la investigación-.
Recuerdo que era una noche fría y armado con mi grabadora me metí allí, en el parque daba más miedo los que estaban fuera que la soledad de la cripta. Allí comencé a grabar psicofonías y, a los veinte minutos, una luz me sacó de mi estado de concentración en lo que hacía.
Era un agente de la Policía Local que bajó a ver si había indigentes o toxicómanos allí y me dijo: “Chaval, ¿qué haces aquí?”, yo simplemente le dije que captando psicofonías y aquel policía se interesó por lo que hacía aunque me dio un consejo: “Estamos aquí contigo cinco minutos, recoge y vete, este sitio es poco recomendable”.