Las novedades de la semana han llegado de la mano de marcas de lujo, MINI y Mercedes-AMG (la filial deportiva de Mercedes-Benz). Con 184 caballos y 230 kilómetros de autonomía homologada, la última propuesta de MINI para moverse por ciudad, el Cooper SE, es una alternativa que se sumará a las novedades recién presentadas por Opel o Peugeot, con el Corsa-e y el e-208, respectivamente: turismos pequeños, con una batería de tamaño mediano, buenas prestaciones y tacto deportivo. La potencia de su motor le permite acelerar de 0 a 100 km/h en 7,3 segundos y alcanzar 150 km/h de velocidad máxima.
Su equipamiento de serie comprende elementos que son opcionales en las versiones inferiores, pero comprensibles si se tiene en cuenta que los coches eléctricos suelen ser caros (aunque por ahora no hay precios) en comparación con sus equivalentes con motor diésel o gasolina. El cuadro de instrumentos está formado por una pantalla donde aparece información tanto del coche como de los asistentes de conducción o los sistemas de entretenimiento y navegación. El sistema multimedia tiene de serie Apple CarPlay y una pantalla de 6,5 pulgadas, o bien una de 8,8 en opción.
El MINI Cooper SE ha sido personalizado para que se reconozca con facilidad. Una serie de detalles en color amarillo decoran la carrocería y las llantas, así como accesorios específicos que lo identifican como coche eléctrico. Una característica que comparte con otros coches eléctricos es que se puede conducir usando sólo el pedal del acelerador (es una función desconectable), ya que al dejar de acelerar, el coche frena gracias al sistema que recupera energía para la batería. El tiempo de carga de la batería depende de la potencia del cargador. En las mejores circunstancias, se puede cargar al máximo en unas tres horas y media con una conexión a 11 kW de potencia (como las que suele haber, por ejemplo, en los centros comerciales) o en un cargador rápido, a 50 kW, se puede obtener el 80 % de la carga en unos 35 minutos.