Transcribimos la crónica de nuestro amigo mejicano Gastón Ramírez Cuevas:
«La Feria de Abril de 2017 llevará en el recuerdo el nombre de dos toreros y un astado. El de Antonio Ferrera, que triunfó frente a los toros de Victorino Martín y luego se inventó una gran faena con los astados de El Pilar. Su valentía, su empaque y su torería son un ejemplo para muchos de sus colegas, esos que llevan años en el embuste. El orgullo del Perú, Andrés Roca Rey, el único que pudo cortarle dos apéndices a un toro. Lo hizo gracias a su envidiable entrega, a su arrojo, a su excelente toreo y a su tremenda personalidad. Y, por último, el toro Platino que también merece una mención especial. Ese ejemplar de Victorino Martín fue un torrente de casta, ferocidad y bravura. Ferrera le cortó la oreja después de una gloriosa batalla. Eso fue lo agradable del serial. Lo negativo fue que vimos muchos encierros que un empresario decente jamás debe comprar: Daniel Ruiz, Fuente Ymbro, Núñez del Cuvillo y El Pilar mandaron remedos de toro bravo.
Es preocupante que en varias corridas de farolillos la plaza registró entradas muy pobres. Eso demuestra que la gente que paga está harta de los mismos toreros insípidos y las mismas mansadas. ¿Y lo de los presidentes? Las broncas por no devolver toros, por no conceder vueltas al ruedo a bureles magníficos o por negar trofeos ante peticiones mayoritarias fueron el pan de cada día. ¡Córtenlo, por favor!
Dato para la historia: Francisco Rivera Ordóñez dijo adiós a Sevilla tras de 22 años de matador de toros».