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Actualizado: 03 mar 2016 / 21:02 h.
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A nadie se le escapa que la clase política de nuestro país, últimamente y con más o menos méritos para ello, no goza de prestigio entre el pueblo al que administra o gobierna. En un breve lapso de tiempo han surgido nuevos partidos políticos que pretenden reemplazar a esos otros tradicionales, a los que algunos han llamado casta. Los ciudadanos, animados por un loable deseo de regeneración de la vida pública y de cambio, otorgaron su confianza a estos nuevos partidos con la firme creencia de que sus políticos desarrollarían su programa y trabajarían de forma mucho más cercana al pueblo, al que representan. Pero está resultando que la idea que se tenía de ellos no es tan idílica ya que, una vez más, la decepción se vuelve a alojar en este sufrido pueblo sevillano tras percatarse de que sus nuevos representantes ignoran olímpicamente los sentimientos y la idiosincrasia del pueblo al que representan. Ya el año pasado nos dejaron caer que, si resultaban elegidos, someterían a votación popular la celebración de la Semana Santa y a todos los que escuchamos perplejos, por necia, semejante propuesta nos comenzó a hervir la sangre. La pasada semana nos han vuelto a dejar boquiabiertos al proponer al pleno del Ayuntamiento una serie de medidas para reforzar el laicismo de la ciudad, poniendo de manifiesto con ello el más absoluto menosprecio por los sentimientos religiosos de un considerable número de sevillanos que durante todo el año se echa a la calle a manifestar públicamente su fe. Parece ser que para estos nuevos políticos conceptos como el respeto o la tolerancia sólo deben ser conocidos y ejercidos sistemáticamente por los creyentes de la Iglesia Católica, que al parecer somos los únicos obligados a soportar estoicamente los ataques de anticlericalismo que, periódicamente, se producen en nuestra ciudad. A través de estas líneas no les voy a pedir que ya es hora de que apliquen y ejerzan su tarea con respeto y tolerancia, sólo les voy a pedir una cosa: ¡Dejadnos en paz de una puñetera vez! ~

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