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Actualizado: 08 abr 2016 / 21:29 h.
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En este año de aniversarios literarios, Cervantes, Shakespeare, Borges, Rubén, se cumplen doscientos años del nacimiento de Charlotte Brontë, una de las hermanas que firmaban con seudónimo masculino, las tres con apellido Bell: Currer, Ellis y Acton, ese Bell quizás elegido del segundo nombre del eterno vicario del padre, Arthur Bell Nicholls, quien además fue marido de Charlotte.

Charlotte era Currer Bell. Curr en inglés es el ronroneo del gato, el murmullo de la mascota que nunca tiene dueño ya que el gato pertenece a la casa pero no a quien la habita. También es el suave decir de la paloma. El mensaje.

La novela de Charlotte, Jane Eyre, es un mensaje de libertad, que antiguamente se llamaba feminismo y no es más que la historia de alguien que desea sentir en libertad, como mujer, como hombre, como persona, como todos. Lo que hoy se llama todos y todas porque todavía hace falta explicar la inclusión y porque hay que aclarar en los discursos que todos somos todos y todas, a pesar de las desigualdades.

Charlotte dice en su poema Placer: Ve, siéntate en una saliente de la montaña / y mira el mundo a tu alrededor / las colinas y las hondonadas / el sonido de las quebradas / el lejano horizonte atado.

El lejano horizonte atado que escribió Charlotte es el que vemos hoy, ese punto imposible para la libertad de algunos, invisible para los libres.

Los poetas como Charlotte, Cervantes, Borges, Shakespeare y otros que además de escribir poesía escribieron relatos fantásticos, novelas y obras en prosa, padecen el olvido de su inmensa poesía. Padecen el icono de un título: el Quijote, Hamlet, El Aleph, Jane Eyre, que esconde la iluminación poética de los autores, el origen de sus letras.

Estos versos de Charlotte: Lo único sensato es recibir / El recuerdo de alguien en el corazón de su poema Partida son la esencia de su obra entera, su vida, los instantes mágicos de Jane, la complicidad con sus hermanas, el seudónimo masculino, su marido, su padre y el inmenso corazón que late doscientos años después entre sus lectores.

Feliz abril y hasta el sábado que viene.

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