El año 1995 se fundó el diario Apple Daily de Hong Kong. Dos años después, ese territorio dejó de ser colonia británica. Desde el primer día, el diario luchó contra el recorte de libertades que el presidente chino Xi JInping ha ido promoviendo sin esconderse. Si bien es cierto que su carácter amarillista fue una constante durante los primeros meses de publicación, el Apple Daily ha sido el medio de comunicación que ha mantenido viva la denuncia y la petición de ayuda internacional.
La última tirada de este periódico ha alcanzado el millón de ejemplares, un número que en la actualidad es insólito. El medio fue asaltado, hace unos días, por 500 agentes de policía en nombre de la aplicación de la Ley de Defensa Nacional que se aprobó el pasado año por unos políticos entregados al régimen chino. Ordenadores confiscados, directivos detenidos, un editorialista en prisión, y las cuentas del medio bloqueadas por lo que los sueldos quedaron pendientes de pagar. Esto es algo propio de una dictadura severa y perversa y cercena de forma definitiva la libertad de expresión, de prensa y el derecho a la información a la que cualquier ser humano tiene derecho.
El tratado, que China firmó con Reino Unido, hablaba de una autonomía garantizada del territorio hasta el año 2047. Es evidente que no será así y que ante un régimen tan duro como es el chino nada puede hacerse mientras que la diferencia de fuerzas sea tan abrumadora. Es posible que la comunidad internacional tenga que reaccionar para tratar de impedir este tipo de acciones. Sanciones económicas podrían ser una buena herramienta aunque, actualmente, la híper dependencia de los países occidentales respecto a China es tan extraordinaria que tomar esas medidas parece que es misión imposible. Sea como sea, los habitantes de Hong Kong parecen condenados a perder un status que nunca deberían perder hasta llegar el momento pactado.