El turista nacional ha vuelto a dejarse seducir por la capital hispalense. Así lo aseguran los datos con los que cuenta el Ayuntamiento de Sevilla que apuntan a un ligero aumento de los visitantes españoles durante los primeros seis meses de este año después de una sequía que se prolongaba en el tiempo y que arrojaba incluso datos negativos en algunos meses. Esta es una de las principales victorias del gobierno local en la materia, pero no la única. Y es que el turismo sigue dejando balances históricos en la ciudad. El último lo dio a conocer ayer el delegado de Hábitat Urbano, Cultura y Turismo, Antonio Muñoz, que fue el encargado de desgranar las cifras del semestre.
En este tiempo, han pasado por Sevilla hasta 1.463.422 viajeros, lo que supone un 3,04 por ciento más que el pasado año. En cuanto a las pernoctaciones, 3.094.917, también crecieron un 7,47 por ciento. El tercer dato clásico, la estancia media, que siempre se intenta mejorar, quedó fijada en 2,11 días, un 0,08 más.
De este total, sigue siendo el turista extranjero el que más ha viajado a la capital hispalense. Una presencia que no deja de crecer y que ha propiciado que en estos primeros meses hayan alcanzado los 814.756 visitantes, un 8,46 por ciento más. Esto igualmente se traduce en un aumento de las pernoctaciones –fueron 1,9 millones, un 9,35 por ciento más– y su estancia media está en 2,13 –un 0,12 más–.
Los países que más apuestan por Sevilla son Francia, que se mantiene como la primera nacionalidad, seguida de EEUU, Italia, Reino Unido y Alemania. Este último país es el que experimenta un mayor crecimiento de viajeros –un 15 por ciento– y de las pernoctaciones –un 24 por ciento– debido principalmente a la apertura de nuevas conexiones aéreas esta temporada en San Pablo, que además registra «el mayor número de vuelos que ha tenido nunca». Asimismo, Muñoz destacó que el turista estadounidense sea el segundo más frecuente en la ciudad, «algo que no sucede ni a nivel andaluz ni estatal», por lo que «queda demostrado que las acciones que ponemos en marcha en EEUU están dando sus frutos».
Pero si de algo se felicitó el delegado fue del crecimiento experimentado, después de mucho tiempo, del turismo nacional. El número de visitantes alcanzó los 648.666, lo que implica un aumento del 2,52 por ciento. Las pernoctaciones ascendieron a 1.194.883 –un 4,61 por ciento– y la estancia media se situó en 1,8 –un 0,03 más–. «Era uno de los objetivos en las actuaciones de promoción y se está consiguiendo una recuperación del ritmo de crecimiento», dijo Muñoz.
Pero este buen momento se deja notar también en otros datos, como es la desestacionalización que dejan en evidencia las cifras de junio, un mes de temporada baja en la ciudad. Sin embargo, este 2018 se registró una ocupación hotelera del 72,26 por ciento, mientras se producía un descenso en Andalucía y en España. Aunque la subida de viajeros no fue elevada (271.936 personas, un 1,45 por ciento más respecto a 2017), y la estancia media se quedó en 2,01 –un 0,12 por ciento más– sí mejoraron las pernoctaciones, que llegaron a las 545.715, un 7,86 por ciento más. Con todos estos números Muñoz no pudo más que apuntar que la previsión es que 2018 acabe siendo «el mejor de la historia». «Si hay un destino de referencia en España es Sevilla», presumió el delegado, quien señaló que el sector turístico es el «motor económico» y el «protagonista de la recuperación» en la ciudad. «Es raro encontrar un ámbito que no esté afectado por el turismo». Eso sí, el empleo, reconoció, no ha crecido en paralelo «ni en la cantidad ni calidad», «como han denunciado los sindicatos en más de una ocasión».