La Oficina del Defensor del Pueblo Andaluz, dirigida por Jesús Maeztu, ha solicitado al Ayuntamiento de San Juan de Aznalfarache (Sevilla), gobernado por Fernando Zamora (PSOE), “cuanta información disponga” sobre la controvertida tala de unos 50 ejemplares de grevillea en el barrio residencial de Montelar.
Así se refleja en un escrito fechado el pasado 26 de febrero, en el que la institución de Jesús Maeztu responde a la queja promovida al respecto por la Red Sevilla por el Clima. En dicho escrito, recogido por Europa Press, la Oficina del Defensor del Pueblo Andaluz da cuenta de que merced a la queja del colectivo ecologista, ha “iniciado actuaciones ante los organismos correspondientes”, solicitando en concreto al Ayuntamiento de San Juan “que aporte cuanta información disponga” sobre el asunto.
En concreto, el Ayuntamiento de San Juan emprendía a principios de febrero la tala de unos 50 ejemplares de grevillea en las calles Clara Campoamor, Gabriela Mistral, Clara Zetkin y en la avenida de Mairena, al objeto de sustituir estos árboles de gran porte y origen australiano por naranjos. Para la sustitución de estos árboles por otros de menor tamaño y sombra, el Consistorio argumentaba que las raíces de las grevilleas estaban deteriorando el acerado y había riesgos de desprendimiento de ramas.
“Con la actuación se mejorará el mantenimiento de estas vías públicas que están sufriendo daños constantemente debido a la presión de las raíces de estos árboles de gran porte. Por otra parte, las ramas se extendían hasta las viviendas cercanas y de esta manera se eliminarán riesgos ante posibles desprendimientos, al ser los naranjos una especie de menor tamaño”, esgrimía el Ayuntamiento.
No obstante, la medida despertó voces contrarias, como la de San Juan Puede, que reclamaba paralizar esta “tala inmisericorde”, avisando de “numerosas críticas sociales y el aumento del malestar ciudadano” por la retirada de los árboles. Y que la situación, de hecho, se tradujo en enfrentamientos verbales entre algunos vecinos y los operarios movilizados para talar los árboles.
Además, la Red Sevilla por el Clima, que defiende la promoción de políticas y dinámicas de sostenibilidad ambiental, tachaba esta tala de “atentado contra la naturaleza urbana”, al acabar con “árboles de sombra de gran porte y aparente salud” pese a la “acuciante necesidad de más sombra y más vegetación” durante los calurosos veranos.