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Actualizado: 25 oct 2018 / 10:23 h.
  • El periodista y escritor Álvaro Romero Bernal.
    El periodista y escritor Álvaro Romero Bernal.

El novelista y periodista de El Correo de Andalucía Álvaro Romero Bernal se estrena en el mundo de la lírica con la publicación de su primer poemario, Tantos amos, y yo amando (Ediciones Alfar). La obra, que oscila «entre la poesía de amor y la poesía social», ahonda en el tema de que «el amor salva, redime, limpia...» y se presenta como «antídoto a tanta barbarie».

La presentación será este sábado 27 de octubre dentro de la programación de la Feria del Libro de Los Palacios y Villafranca. Lo presenta el periodista y profesor Javier Vidal en el Escenario Principal a las 19 horas.

-Después de la publicación de varias novelas, ¿qué le mueve a meterse en el mundo de la poesía con este nuevo libro?

-Los libros lo mueven a uno más bien. De modo que no sabría contestar directamente a esa pregunta. Los libros nacen con una idea, una imagen, una pulsión. Y uno no sabe que acabarán convertidas en libros publicados. Pero una idea lleva a la otra, un verso al siguiente... Supongo que después de contar tantas cosas, no solo en las novelas, sino también en este periódico, es decir, de narrar, tuve la necesidad de expresar sentimientos también, y eso solo se puede hacer intensa y directamente desde la lírica. La poesía es un género intenso, que trata de decir muchas cosas con el menor de número de palabras posibles, y creo que vuelve a cobrar fuerza en esta sociedad de la prisa, de las redes sociales, de la instantaneidad, que no la ha inventado Twitter, sino la poesía hace muchos siglos...

-‘Tantos amos, y yo amando’ es el título del poemario que ya está en las librerías y que se presenta este sábado en Los Palacios. ¿Es el amor el antídoto a tantas malas noticias y barbarie que nos asaltan cada día?

-Lo es si uno quiere que lo sea, aunque es cierto que hay gente en determinadas latitudes que no puede querer nada, que no tiene opciones. El yo poético de este poemario sí las tiene, afortunadamente, porque el azar le ha permitido nacer donde se tienen opciones, y busca en el amor ese antídoto que dice usted contra la barbarie, contra la sinrazón globalizada y contra las injusticias insoportables. De hecho, encuentra en el amor personalizado, confluente, la máxima expresión de lo que se entendería por un mundo feliz, pero reducido a ese ámbito, pues intentar casar felicidad y mundo es imposible.

-¿Dónde ha encontrado la inspiración para escribir esa poesía de amor?

-Sin duda, en mi mujer y en mis hijos, sobre todo cada anochecer, cuando alguien como yo, también periodista, se ha saturado la mente de barbaridades en un mundo permanentemente injusto. «Que la noche sea noche / es cuestión de egoísmo», termina uno de los poemas.

-En cuanto a la poesía social, ¿cuáles son las principales reivindicaciones de sus versos? ¿Cree en la revolución social de las letras?

-No creo en la revolución social de las letras, pero sí en la revolución personal de las letras. La literatura puede hacer cambiar a las personas, pero una a una. Aquellas aspiraciones de revolución social a través de los versos, a mediados del pasado siglo, quedaron en casi nada. Toda la literatura europea, a partir de los setenta, cambió precisamente por ese desengaño. De modo que yo pecaría de ingenuo intentado una revolución social con las letras. Ahora bien, sí creo que cada lector o lectora, uno a uno, puede ser permeable a ciertas reflexiones. El mundo no avanza con los mítines, sino con las convicciones individuales de mucha gente que termina pensando lo mismo.

-¿Cuál es el público al que va dirigido este poemario?

-Uno es consciente de que la poesía tiene siempre un público minoritario. No en vano es el género más difícil de la literatura. El teatro, por su parte, o se ve representado o apenas se lee tampoco... Pero, bueno, yo que vengo de la novela, sé que la poesía es un género más complicado quizá de hacer llegar al gran público. Pero lo voy a intentar. Creo que este poemario puede ser entendido por cualquier ciudadano con una cultura media. Y creo que el latido que lo mueve es el mismo latido que mueve a tanta gente a intentar ser feliz a pesar de los pesares. Espero que haya un gran público al que emocione. También lo espera la editorial Alfar, que ha apostado fuerte por mí y a la que estoy muy agradecido.

-¿Ha pensado ya en un segundo libro de poesía?

-Decía Gloria Fuertes, sobre la que voy a ofrecer una conferencia en la misma Feria del Libro de mi pueblo este viernes, que la poesía siempre está ahí, ante nosotros, esperando que cojamos la pluma y la dibujemos. Yo pienso que estamos rodeados de poesía. Lo dijo Bécquer: «lo único que podemos hacer los poetas es escribir poemas, porque la poesía es la vida misma». Espero que haya un segundo poemario, claro que sí, y solo pido que la inercia de los días no me ciegue para poder seguir viendo poesía en todas partes.