A las 18.30 horas, con la puntualidad que suele tener la corporación, la Cruz de Guía de la hermandad del Santo Entierro salió a la calle con el característico sonido del muñidor, que iba anunciando lo que estaba a punto de llevar, las imágenes del Santísimo Cristo Yacente y Nuestra Señora de la Soledad.
Los nazarenos de ruan negro plagaron las calles de Dos Hermanas acompañando a sus titulares con la solemnidad y sobriedad que siempre ha tenido la hermandad. Especialmente emotivo fue el transcurrir de la corporación por la calle Real, lugar donde se encuentra su casa hermandad, o las estrecheces de las calles Alegría o San Luis.