Muy a menudo nos topamos con imágenes que no corresponden con lo que se pretende. Concretamente asistimos con mucha frecuencia -más de la deseada- a espectáculos lamentables en campos de fútbol. Y lo que es peor, en partidos de niños. Todos hemos asistido o hemos visto por televisión bochornosas peleas, ya no solo sobre el verde, sino también en la grada. Entradas impropias de niños y agresiones desmedidas. Adultos que, con su comportamiento alientan a sus hijos a que cometan infracciones antideportivas contra rivales de su misma edad. Todo lo contrario a los valores que pretende transmitir el deporte.
Por eso, porque nuestros ojos se están mal acostumbrando a esas censurables imágenes, que ocurran hechos como el de este fin de semana en Las Navas de la Concepción invitan al optimismo. Nos hacen pensar que una parte de la población lo está haciendo bien y se está educando en valores a quienes mañana serán, a su vez, educadores.