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Actualizado: 21 nov 2020 / 15:17 h.
  • Piden el título de Hijo Adoptivo de Sevilla para Manuel Herrera Rodas

Aunque el Ayuntamiento de Sevilla anunció tras el repentino fallecimiento de Manuel Herrera Rodas (Casariche, 1937 – Los Palacios y Villafranca, 2020), el pasado 14 de octubre, que le profesaría un reconocimiento a la altura de su contribución a la difusión del flamenco en las últimas décadas, ya ha surgido una iniciativa para pedir un galardón mayor: que lo nombren Hijo Adoptivo de Sevilla a título póstumo. De momento, los padres de la idea, Antonio Zoido y José María Sousa, director y coordinador de la Bienal de Sevilla, respectivamente, están recogiendo firmas entre particulares e instituciones que respalden la iniciativa. Solo hay que enviar el nombre y el DNI a la dirección manuelherrera.hijoadoptivo@gmail.com. El plazo de recogida de adhesiones se cerrará el próximo 31 de enero, para iniciar el expediente a partir de entonces.

En el documento de justificación para la solicitud que preparan, aseguran que Herrera “dedicó toda su vida a la defensa y divulgación de la cultura andaluza y el flamenco”. Recuerdan, con justicia, que “fue uno de los creadores del que llegaría a ser el festival de flamenco más importante del mundo, la Bienal de Flamenco de Sevilla, que tras la Semana Santa y la Feria de Abril, llegaría a ser el mayor acontecimiento internacional de Sevilla”. En el ámbito educativo, recuerda el texto de la justificación, “su excepcional labor, siempre comprometida con el estudio, la defensa y promoción de la cultura andaluza en la escuela, singularizó su trayectoria con destacados logros que le fueron reconocidos con la concesión de la Cruz de Alfonso X El Sabio por S.M. El Rey en el año 1983”.

Herrera Rodas dirigió la revista Sevilla Flamenca desde su fundación, en 1980, hasta su número 100. Esta publicación fue un referente de la información flamenca pionero en aquellos años. Fue asimismo miembro fundador de la ITEAF (Institución para la Tercera Edad de los Artistas Flamencos) desde la que se organizaron numerosos recitales y ediciones discográficas a beneficio de los artistas mayores que habían quedado en desamparo, ofreciendo una función asistencial hasta que en 1990 se estableció por Ley las prestaciones no contributivas en la Seguridad Social. “Desde la Tertulia Flamenca El Pozo de las Penas, una de las peñas más antiguas de Andalucía y un puntal señero en la promoción del flamenco desde hace tres cuartos de siglo, jugó un papel crucial en el movimiento de la dignificación del flamenco y la puesta en marcha del proyecto de la Bienal de Flamenco”, continúa el documento.

“Como objetivo de la Bienal”, recuerdan los responsables de la iniciativa de nombrar a Herrera Hijo Adoptivo de Sevilla, “sus fundadores pusieron el de situar el flamenco a la altura de las demás artes y para ello la concibieron como un acontecimiento en el que debían estar presentes no sólo el cante, el baile y el toque, sino también la pintura, la escultura, el teatro, el cine y la música en todas sus dimensiones y, por ello, desde el principio, fue un evento distinto a todos los demás de su género, que sirvió para que el flamenco adquiriera las dimensiones que actualmente posee y que distinguió a Sevilla entre todas las ciudades”.

Manuel Herrera Rodas llegó a ser el director de la Bienal hasta en tres ediciones a partir de 1998, y fue en aquel período cuando, por su iniciativa, la Bienal de Flamenco adoptó el formato actual y pasó a convertirse en la principal efemérides mundial del género. Al dejar su gestión en otras manos, Manuel Herrera no abandonó la tarea de resaltar y difundir el flamenco en Sevilla, sino que continuó siendo un activo impulsor de iniciativas flamencas, entre las que cabe destacar la dirección del ciclo Conocer el Flamenco de la Fundación El Monte (después Cajasol), hasta su pasada edición de 2019 en que celebró su XXXIV edición de forma ininterrumpida y Los Jueves Flamencos de la Fundación El Monte (después Cajasol) durante las 19 ediciones de su andadura, desde el año 2000 hasta 2019, siendo la primera programación estable de flamenco de la ciudad de Sevilla, por la que han pasado todas las grandes figuras y debutado las nuevas generaciones de artistas flamencos que acabaron consolidándose en estos años.

Su labor pedagógica, mantenida hasta el final de su vida, deja como herencia viva el proyecto pedagógico “Del Flamenco a Todas las Músicas”, que ha supuesto la edición completa de libros de texto y materiales curriculares de música para todos los ciclos de Educación Primaria.

Zoido y Sousa consideran que estos difíciles meses en los que no puede organizarse ningún acto con la suficiente participación y solemnidad que merecería Herrera sí pueden servir para ir sumando apoyos