Lebrija celebró ayer la festividad de su Patrón, San Benito, con la tradicional procesión en la que participa tanto el pueblo como las autoridades civiles, eclesiásticas y cofrades. En este sentido, el paso del santo patrón recorrió ayer, durante tres horas, calles como Andrés Sánchez de Alva, Obispo Navarro o Corredera para llegar a la Plaza de España, acompañado no solo por numerosos vecinos y representantes de todas las hermandades, sino incluso de la Corporación municipal, encabezada por el alcalde, Pepe Barroso (PSOE), que en puridad se llama José Benito. Incluso el concejal de Ganemos Lebrija Podemos se llama también Benito Cordero.
El nombre del patrón es, sin duda, bastante frecuente en una localidad que data la existencia de la hermandad de San Benito desde 1595, si bien desapareció en la época de la desamortización. Volvió a renacer algunas décadas más tarde, y se extinguió nuevamente a principios del siglo XX. A mediados del siglo pasado, la cofradía volvió a reorganizarse, para subsistir unos años. Hoy en día existe una hermandad de gloria con sede en la ermita de San Benito Abad que da nombre igualmente a uno de los pagos que incluye también un parque.