Aunque es una fecha poco conocida, recientemente se ha incorporado a la gran lista de celebraciones la fecha del 24 de noviembre como el Día Mundial del Vino Tinto, bebida que ha formado parte importante del desarrollo de la civilización, estando presentes en el auge del imperio romano, e incluso en su caída. El vino ha simbolizado religión, lujuria y riquezas, y hoy en día sigue formando parte de nuestra vida y gastronomía.
A pesar de tratarse de una bebida alcohólica de la que hay que moderar su consumo, es un producto que cuenta con multitud de investigaciones que demuestran los beneficios que aporta a nuestro organismo debido a los componentes que posee.
Uno de estos componentes es el resveratrol, una fitoalexina natural. “Debido a que está presente en la piel de las bayas de las uvas y no en la pulpa, los vinos tintos presentan una mayor cantidad de esta fitoalexina que los vinos blancos”, explican Antonio Fermín y Juan I. Maynar en Vino y salud, un estudio del Departamento de Química Analítica de la Facultad de Ciencias Universitarias de Extremadura.
Además, el resveratrol presenta propiedades antiinflamatorias y anticancerígenas y actúa como protector cardiovascular. De igual forma, es importante destacar que algunos estudios epidemiológicos han demostrado que el efecto de este componente suele ser más efectivo cuando hay presencia de alcohol, ya que este actúa incrementando las lipoproteínas de alta densidad (HDL).
No obstante, las propiedades y beneficios del vino tinto han sido tanto defendidas como rechazadas, pero recientemente, una investigación realizada prospectivamente a partir del UK Biobank con más de 500.000 voluntarios, de 40-69 años, que habían accedido a participar en el registro y fueron seguidos durante más de 7 años, ha demostrado el beneficio del vino en la salud frente a otras bebidas alcohólicas, ya que “solo el consumo de vino o cava fue beneficioso al reducir el riesgo de cardiopatía isquémica, sin incrementar el riesgo de mortalidad, de enfermedad cardiovascular, cerebrovascular y de cáncer, como sí se observó con las otras bebidas alcohólicas. Por ello, cabe plantearse la hipótesis de que estos efectos beneficiosos del vino/cava podrían atribuirse a los polifenoles en lugar de al contenido de alcohol del vino en sí”, explicaban en el medio agroclm.