Estos ladrones no tienen vértigo ni miedo a las alturas. Se cuelgan de los edificios y saltan de uno a otro hasta llegar a las azoteas comunitarias, donde protagonizan brutales asaltos. Ha ocurrido de madrugada en varios edificios del centro de Sevilla, de los que se han llevado el cobre de las tuberías y de los sistemas de refrigeración. Los destrozos han sido cuantiosos para los residentes que se han visto afectados.
Imaginen que salen de casa temprano para ir al trabajo o llevar los niños al colegio y comprueban cómo desde lo alto del edificio cae «un caño de agua». ¿Una fuga? ¿Una avería? No. Nada de eso. Es que han cortado la tubería de noche para hacerse con el cobre de las canalizaciones. Es lo que han vivido hace unos días a los inquilinos de un bloque de pisos de la calle Bustos Tavera, en pleno centro de Sevilla. «Aprovechando que los aires acondicionados están colocados en las azoteas comunitarias. Han accedido allá arriba y los han arrancado de cuajo de la pared con el objetivo de hacerse con el cobre del cableado», ha explicado a El Correo de Andalucía Soledad García Díaz, abogada y administradora de fincas de uno de los inmuebles afectados.
García Díaz explica además que «no han sido grandes cantidades de cobre», se calcula que unos 25 metros aproximadamente, las que se han podido llevar los asaltantes, pero que estos sí han generado «grandes destrozos» en las azoteas comunitarias. «Han retirado hasta nueve split [las máquinas de los aires acondicionados] de las paredes de un mismo bloque en una misma noche. Con un salvajismo y brutalidad sin precedentes en la zona», confiesa esta administradora de fincas, que si bien recuerda que han llegado a tener conocimiento de que en otro edificio llegaron a cortar las tuberías.
«Ello dejó el agua saliéndose toda la noche por la azotea. Cuando salieron los vecinos por la mañana se dieron cuenta de lo que parecía que era una fuga de agua. Cuando subieron arriba, se encontraron con la sorpresa del robo y la brutalidad con la que lo habían cometido».
Los hechos han tenido consecuencias directas en el bolsillo de los vecinos. «De la noche a la mañana, se han quedado sin calefacción; y ahora se ven en la tesitura de tener que volver a instalar los sistema de refrigeración. Hay vecinos que tienen más de uno en su vivienda», señala la administradora de fincas, que asegura que se han presentado las pertinentes denuncias a la Policía Nacional, así como una conjunta a nivel comunitario.