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Actualizado: 13 ene 2023 / 04:00 h.
  • ¿Conoces el azulejo y al “Negro de Triana”?

La vida de Íñigo López no fue fácil -todo lo contrario-, y tiene una especial significación en el barrio de Triana donde podemos encontrar, dentro de la parroquia de Santa Ana un completo “mosaico” de azulejos que indica donde está su sepultura, donde está su tumba, la tumba del “negro de Triana”.

Es curioso por tener una curiosa costumbre en torno a la misma, dicen que si les propinas siete patadas lograrás casarte y que es una de tantas otras que tiene una ciudad tan bella como Sevilla y con tantas tradiciones populares.

Pero el “negro de Triana” tiene toda una historia que contarnos. Fue enviado por Cristóbal Colón desde lo que hoy es Puerto Rico a España y no era “un cualquiera”, se trataba del hijo del rey de la isla que su padre entregó como esclavo al Almirante.

Llegó a Sevilla y estuvo a cargo de los monjes del convento de San Francisco, se convirtió al cristianismo y tomó el nombre de Íñigo López, momento en el que entró a formas parte de la servidumbre de un marqués.

Aquella vida en el palacio le proporcionó una visión del mundo diferente, con lujos y los placeres de la vida, las pocas preocupaciones y estar sólo pendiente de lo que el marqués deseaba.

Todo discurría con normalidad hasta el que marqués trató de abusar sexualmente de él. Al negarse a ello y a las indecentes propuestas del marqués selló su sentencia de muerte pues el iracundo noble acabó con su vida.

En 1503 se le entierra en la parroquia de Santa Ana siendo su lápida un “cuadro” del maestro ceramista Francisco Niculoso Pisano y marcó de forma tan artística su tumba.

Luego serían las supersticiones las que harías que las chicas en edad casadera creyeran que dando siete patadas a su tumba se casarían y el estado de deterioro en el que la dejaron es más que evidente.

Es la historia del “Negro de Triana”, de Íñigo López, si se da una vuelta por este popular barrio sevillano no dude en visitarlo y, recuerde, respete su tumba si está en edad casadera.