Llegan en moto, fuerzan la cerradura, «pegan un porrazo» y en cuestión de segundos ya están dentro del establecimiento para «llevarse lo que pillen»: garrafas de aceite, paletillas de jamón, quesos, una balanza Júpiter o el cambio de la caja. Los atracadores, al parecer «dos individuos encapuchados y con guantes», utilizan este mismo modus operandi en atracos a establecimientos de Santa Cecilia, una de las principales arterias comerciales de Triana en la que ha aumentado la inseguridad en las últimas semanas y también el temor de los propietarios de sus negocios cada vez que tienen que echar la persiana. «En la calle da miedo cuando cierran las tiendas. Nos sentimos indignados de ver cómo pagamos unas tasas con las que después no nos vemos recompensados. La Policía Local solo viene para poner multas y retirar vehículos mientras que la Nacional no da una vuelta ni por equivocación», explican vecinos y comerciantes de Santa Cecilia, que exigen al gobierno local un «aumento de la presencia policial en toda la calle» para garantizar la normalidad y evitar que se produzcan robos en negocios.
El último hurto se ha registrado este viernes en la carnicería La Bellota Roja, en Maestro Arrieta, 4, perpendicular a la concurrida vía del barrio. «Es el segundo robo que sufro en apenas 25 días. Se han llevado seis paletas de jamón y 250 euros de cambio de la caja. Ahora, por lo menos, han entrado abriendo la puerta y no me han partido mucho. También han robado en una inmobiliaria y en una tienda de globoflexia», lamenta Eusebio Oyola, propietario de la carnicería afectada y miembro de la asociación de comerciantes Santa Cecilia, constituida recientemente para mejorar la avenida, incluida también la seguridad. «Es un tema que nos preocupa bastante. Necesitamos que nos ayuden a proteger nuestros negocios, somos más de 50 familias viviendo de ellos», afirma Pepa Torres, otra comerciante.
La entidad, que preside José Antonio Brenes, denuncia además «el abandono» que lastra esta calle consagrada históricamente a la compra. «Merece mucha más atención en todos los sentidos. Está muy abandonada, sobre todo en limpieza y mantenimiento del pavimento». Los vecinos y comerciantes señalan además problemas de iluminación cuando cae la noche. «Hay zonas donde las luces no llegan a las aceras, ya que las farolas tan solo apuntan a la calzada», dice el pescadero Felipe Sánchez. Como conclusión, la asociación reclama al Ayuntamiento «una solución» a todas estas cuestiones que faciliten que «la gente venga a pasear».