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Actualizado: 31 oct 2022 / 14:11 h.
  • Ditigastro, el arte de comer

Ditigastro es un restaurante ubicado en la localidad sevillana de Mairena del Aljarafe. Su nombre se debe a un juego de palabras donde se mezcla ‘ditirambo’, que era una composición poética que los autores de la antigua Grecia escribían en honor a Dionisos, el dios de los placeres sensuales. Con estos escritos, en muchas ocasiones tallados en piedra, se pretendía engrandecer y alabar a los mandamases de la época engrandeciéndoles con sus virtudes amatorias. Una vez explicado esto, no hace mucha falta que cuente qué significa ‘gastro’, que es la segunda parte del nombre. ¿O quizás sí? La palabra gastro, gastronomía, proviene también del griego y se define como el arte que estudia la relación entre los hombres y su alimentación, o algo así. En resumen, tenemos ya en el nombre de este restaurante toda una declaración de intenciones. Entendamos entonces que Ditigastro sería algo así como encontrar en el arte de la alimentación un placer similar al éxtasis sexual.

Ditigastro, el arte de comer


Sin embargo, Juan Rodríguez, su propietario, nos quiere llevar incluso más allá. A las obras de arte de las de comer, le quiere sumar exposiciones pictóricas que decoran sus paredes, presentaciones de libros incluso acompañadas por un piano, discos de vinilos, estanterías repletas de libros y una buena dosis de plantas decorando los distintos espacios. Un cúmulo de sensaciones. Ditigastro apuesta por una cocina elaborada sin gluten acompañada por buenos vinos, donde toman protagonismo los de la provincia de Sevilla y las cervezas, como no podía ser de otra forma, artesanas.

Ditigastro, el arte de comer


Ensaladilla de ibéricos, mahonesa de manzana y mostaza y crujiente de chicharrones; croquetas de costillas y mahonesa de Yakiniku; patatas bravas a ‘su’ manera; tataki de presa ibérica y helado de parmesano; risotto de setas, foie de pato y trufa negra rayada; salmón en salsa de pimienta verde, espárragos y patatas panaderas o costillas barbacoa ibéricas son algunas de las delicias que se pueden degustar en este museo del Aljarafe. Si, a esto, le sumamos unos postres como la tarta de queso con mermelada de arándanos y base de masa quebrada o la tarta de zanahorias y nueces ‘A Las Cinco Especias’, sopa de coco y frosting de tomate, que son auténtica ambrosía, la experiencia adquiere la categoría de obra de arte.

Una experiencia completa desde que entramos por la puerta donde el trato con el cliente y el servicio se convierte en un arte más.