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Actualizado: 03 ago 2017 / 22:23 h.
  • El rótulo del Centro de Estimulación Precoz ya luce en el portón del antiguo convento de San Antonio. / El Correo
    El rótulo del Centro de Estimulación Precoz ya luce en el portón del antiguo convento de San Antonio. / El Correo

Cuatro meses de obras, una inversión cercana a los 400.000 euros y «mucha ilusión» han hecho realidad este anhelo de los hermanos del Buen Fin. El rótulo Centro de Estimulación Precoz Cristo de Buen Fin ya corona el frontón del antiguo portón del convento de San Antonio de Padua, anexo a la iglesia donde tiene su sede canónica esta cofradía del Miércoles Santo. El nuevo centro dispondrá de un espacio cuatro veces mayor que el actual –pasará de 140 a más de 500 metros cuadrados– lo que permitirá aumentar el número de sesiones de tratamiento a los más de 300 niños que son atendidos actualmente en sus instalaciones. La apertura será el próximo mes de septiembre coincidiendo con el arranque del nuevo curso.

Hace unos días han concluido las obras de adaptación de este espacio, cedido por la comunidad franciscana tras mudarse a las dependencias conventuales de San Buenaventura con la carestía de frailes. Quedan pendientes los «últimos retoques» y las tareas de amueblar esta sede que se distribuye en cuatro plantas (baja y tres más) y que dispone del doble de salas de las actuales con una capacidad máxima para atender a 400 pequeños y sus familiares, cien más de los que reciben cuidados en estos momentos. «Estamos muy contentos. Ha ido todo muy bien. Y eso que cuándo nos entregaron el convento, nos parecía todo un mundo. Gracias a Dios se van cumpliendo los plazos y esperamos iniciar el curso ya en el nuevo centro», ha explicado a este periódico el hermano mayor del Buen Fin, José Luis Foronda.

Las próximas semanas de agosto se aprovecharán para «cerrar los últimos flecos», «trasladar el mobiliario» y «completar el papeleo» relativo a las diligencias administrativas que conciernen a este cambio de sede. La previsión que maneja la corporación franciscana es que el día 9 de septiembre se celebre la bendición solemne de estas instalaciones localizadas en el número 91 de la calle San Vicente. El acto contará con la presencia del arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo. Otro día, aún por confirmar, se contará con autoridades municipales y autonómicas, como pudieron verse el pasado 1 de marzo, Miércoles de Ceniza, durante el acto simbólico de comienzo de las obras con la colocación de la primera piedra.

El nuevo Centro de Estimulación Precoz supondrá un salto de calidad para esta encomiable labor social que comenzara hace 35 años. La iniciativa nació con la idea de atender a niños nacidos con discapacidad cuyas familias no dispusieran de medios económicos para acudir al tratamiento privado de estimulación precoz. De esta manera, «se propicia el desarrollo y se consigue la integración social» de estos niños que, de otra manera, no podrían recibir el tratamiento por no existir en la ciudad, en aquel momento, instituciones que lo prestasen de forma gratuita. «Se dan pasos de gigante para los niños y esperanza de futuro a los padres», ha subrayado el hermano mayor, quien apunta que en estas tres décadas han pasado por allí «más de 2.500 familias».

El que es emblema de la caridad de la hermandad del Buen Fin y referente de otras corporaciones sevillanas se verá ahora reforzado con estas nuevas dependencias, que seguirán contando con el concierto de la Junta de Andalucía.

¿Y la anterior sede?

El anterior centro, en la calle Cristo del Buen Fin, quedará de momento cerrado a la espera de que la cofradía decida darle un nuevo uso. Todo apunta a que podría terminar incorporándose a la casa de hermandad para, de esta forma, ganar espacio para la actividad de los hermanos y otros actos