El Tribunal Supremo (TS) rechaza que la opinión pública y la "presión" mediática hayan podido influir en el proceso judicial y en la sentencia de que ha determinado que 'La Manada' cometió violación, y ha defendido la "imparcialidad" que ha guiado la actuación de los magistrados que han participado en el procedimiento, tanto los de Navarra como los del alto tribunal.
Así responde la sentencia del Supremo al recurso que presentó la defensa de los cinco acusados, ejercida por el abogado Agustín Martínez, quien planteó que "las noticias del caso, las concentraciones de repulsa social y las manifestaciones" del exministro de Justicia Rafael Catalá, quien criticó al juez del voto particular que pidió la absolución de 'La Manada', han llevado a un "juicio paralelo" que ha podido "lesionar objetivamente la imparcialidad" del tribunal.
Los magistrados descartan "con toda claridad" esta conclusión y afirman que "no hay duda de que la causa se ha desarrollado tras un proceso con todas las garantías, siendo decisiva la declaración de la denunciante como prueba de cargo, corroborada por unos testimonios coherentes y vídeos pericialmente valorados, con una prueba médica y psicológica rigurosamente debatida y una ponderación de los hechos antecedentes y consecuentes a la acción criminal".
Por tanto, insisten en que no hay "relación de causalidad alguna con una supuesta manipulación mediática o conspiración política" y que "basta con leer motivación de las sentencias para tener la convicción de que el tribunal ha decidido sobre la base exclusiva de lo visto y oído en el juicio oral".